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viernes, 23 de marzo de 2018

Las malas pulgas de la reina Isabel con su nuera salen a la luz

Por Arango

Que la relación entre la reina Isabel II y su nuera Camilla Parker-Bowles nunca ha sido una panacea es algo sobradamente conocido. Y del mismo modo con el hecho de que la monarca británica estuviera en contra, al menos al principio, del segundo compromiso del príncipe Carlos de Inglaterra con una mujer divorciada con la que había cometido adulterio durante su matrimonio con Diana de Gales.

Pero el libro Rebel Prince: The Power, Passion and Defiance of Prince Charles (en español, Príncipe rebelde: el poder, la pasión y la rebeldía del príncipe Carlos) del periodista Tom Bower promete esclarecer muchas de las incógnitas en torno a la relación entre Isabel II y Parker-Bowles. Su presentación fue esta semana según ha publicado TheDaily Mail.

En el libro Bower describe los primeros compases del noviazgo pos-Diana entre Carlos y Parker-Bowles como una Guerra Fría en la que hubo desplantes y faltas de respeto por parte de la monarca hacia la que acabaría siendo su nuera. Una de las más curiosas anécdotas que relata Bower refiere a una noche de 1998, un año después del fallecimiento de Diana, en el Castillo de Balmoral, en Escocia. Carlos había decidido enfrentarse por fin a su madre para que la monarca le permitiera hacer pública su relación con Parker-Bowles, que se mostraba cada vez más frustrada por las limitaciones de su relación a causa de los impedimentos impuestos por Isabel II.

Según el propio texto de Bower, Isabell II le reprochó a Carlos haber mentido acerca de su relación con la que ella describió como esa mujer malvada. Además la monarca siempre recalcó que no quería tener nada que ver con ella. Isabel II sólo se oponía a Parker-Bowles por motivos morales, sino también por la personalidad que la novia de su hijo había dejado entrever en la famosa grabación del Camillagate en la que se escuchaba a Carlos y Parker-Bowles hablar de su relación cuando ambos todavía estaban en sus primeros matrimonios. Isabell II describió a Parker-Bowles por ello como una astuta amante.

La relación entre Isabel II y Parker-Bowles ha mejorado con los años, sobre todo a raíz de la muerte de la Reina Madre en 2002, que se oponía rotundamente a la relación. Según relata en su libro Bower, fue ese fallecimiento el que posibilitó que Carlos y Parker-Bowles se casaran, aunque Isabel II se permitió el lujo de no mencionar el nombre de su nuera o de siquiera dirigirle la palabra durante su boda con Carlos.

Desde la ceremonia, Isabel II y Parker-Bowles han compartido protagonismo en numerosos actos reales, con lo que su relación pública sí ha cambiado en las últimas dos décadas, al menos por obligación. El libro de Bower promete cuando menos calentar la conversación en Reino Unido en torno a qué es lo que pasa realmente entre ellas si se rasca un poco la superficie. O si se echan unos cuantos martinis al asunto.