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martes, 20 de marzo de 2018

Por qué Trump bloqueó la fusión entre Qualcomm y Broadcom

Por Marina B.

Recientemente el presidente norteamericano Donald Trump emitió una orden ejecutiva para vetar la compra, valorada en 117 mil millones de dólares, de la empresa tecnológica Qualcomm, radicada en San Diego, California, por el gigante asiático Broadcom, radicado en Singapur, y también líder en tecnología. La primera es el principal proveedor de microprocesadores para celulares en el mundo; la segunda, ocupa una de las primeras plazas en la producción de semiconductores. Expertos afirman que, de haberse concretado la transacción, esta podría haber sido catalogada como la mayor de su tipo en la historia de la tecnología. Pero no ocurrió. ¿Por qué?

Para argumentar el veto de la compra el inquilino de la Casa Blanca alegó motivos de seguridad nacional, al declarar que poseía "pruebas convincentes” de que dicha alianza podría perjudicar al país. No es la primera vez sin embarco que un presidente de Estados Unidos interfiere en negocios relacionados con tecnología, por razones similares. Por ejemplo, durante su administración, el ex presidente Barack Obama bloqueó un intento de adquisición de una empresa de tecnología por un fondo de inversiones chino. Y es que no es nada nuevo que a los americanos les preocupa lo que los chinos investigan y desarrollan en el área de la tecnología, especialmente todo lo referente a la tecnología móvil.

En el caso Qualcomm-Broadcom, aunque el comprador no era precisamente chino, la fusión representaría dar un mayor espacio a la presencia del gigante asiático en la tecnología inalámbrica 5G, una carrera en la que están inmersos todos los más grandes conglomerados de la tecnología móvil; así lo argumentó el Comité sobre Inversión Extranjera en Estados Unidos (CIFUS). Pero claro, muchos no están de acuerdo con esta política, y así lo han manifestado. Cecilia Malmström, comisaria de Comercio en la Comisión Europea, calificó esta jugada como "protección disfrazada", ante el temor del aumento de las importaciones en el país, que a la larga afectaría a la industria nacional. Recordemos que Trump también alegó problemas de seguridad nacional cuando elevó los aranceles al aluminio y al acero importados.

Andrew Walker, corresponsal de economía de la BBC, califica como un posible patrón emergente este comportamiento de Trump de utilizar las preocupaciones sobre la seguridad nacional como “instrumento de economía internacional", por lo que sus intenciones se orientarían más a la competitividad que a la seguridad. Un elemento ilustrativo de esta teoría podría ser el hecho de que entre los fabricantes de chip inmersos en la carrera del 5G, Qualcomm va a la cabeza, le sigue Broadcom, y en tercera posición estaría Huawei. Así que al ser absorbida Qualcomm por Broadcom el resultado habría sido el tercer mayor fabricante de microchips del mundo, luego de Intel y Samsung. A la larga esto podría haber condicionado que los principales avances en tecnología 5G no pertenecieran a una empresa norteamericana, sino a un conglomerado asiático, que probablemente hubieran favorecido a firmas como Huawei. ¿Seguridad nacional, proteccionismo económico, ambos?