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jueves, 26 de abril de 2018

Bolsas de basura de maíz, un objetivo sostenible

Por Ainoa

Este miércoles, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) comunicó que un grupo de estudiantes mexicanos buscan soluciones para disminuir las grandes cantidades de plástico, por ello están desarrollando bolsas elaboradas a partir de los restos del maíz. El propósito es proporcionar una alternativa sostenible ante el problema ecológico de hoy en día que causan las bolsas de plástico desechables.

Con el objetivo de combatir la resistencia de las bolsas hechas con polietileno de gran densidad, alumnos de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) aprovechan la parte del medio de la mazorca para conseguir biopolímero de celulosa, componente que, mezclado con otras sustancias, se utiliza para establecer esta alternativa sostenible. “El plus de este nuevo proyecto es que, por los materiales que empleamos para su producción, dicha bolsa podría llegar a ser comestible; es decir, si llegara a los basureros o inclusive al océano, los animales podrán comerla sin llegar a ser perjudiciales para ellos”, señaló Mónica Citlali García, la guía del proyecto.

La solución debe ser rápida, ya que según la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) de México, el uso promedio por año de las bolsas de plástico es de 200 por persona. El empleo de estas bolsas, asociado a una equivocada distribución final, promueve la obstrucción de alcantarillas y drenajes, impactos ambientales y contaminación visual, especialmente en el medio ambiente marino.

La creación insiste además en la asfixia y la desaparición de diferentes especies de animales que provoca el empleo de estas bolsas. Igualmente, las bolsas que no están siendo desechadas de manera apropiada, estas se convierten en espacios perfectos para la reproducción de mosquitos provocando la chikungunya, la malaria, y otras enfermedades. Es aquí donde el proyecto que dirige Citlali recoge una importancia esencial, ya que según la investigadora se propone “producir una bolsa, la cual contenga las características que poseen los plásticos en cuanto a sus propiedades de resistencia y mecánica, donde también se aminore su etapa de degradación”.

El proyecto fue exhibido para competir en el “Premio Santander a la Innovación Empresarial 2018” con el nombre de Boltsiri. Este nombre nace de términos de la cultura mexicana, ya que en el idioma purépecha “tsiri” quiere decir maíz. Luis Felipe Delgado, otro de los miembros del proyecto, insistió que “con la tecnología que existe hoy en día se pueden producir (las bolsas)”, precisando únicamente “igualar y regularizar el procedimiento para que todas las bolsas sean justamente iguales y posean las mismas propiedades”.