Demasiado plástico en el hielo del Ártico
Se ha descubierto que la cantidad de plástico contenida en un pequeño pedazo de hielo es mucho más alta que la que contiene el agua líquida. El peligro de este hallazgo es que para cuando el hielo Ártico se derrita el plástico llegue a los peces, y de ahí, a nuestra comida
Muchas consecuencias se han pronosticado para el triste momento en que el hielo ártico se derrita en su mayor parte y haga subir el nivel de los océanos, sin embargo, nunca antes un estudio había alertado sobre lo que este martes se anuncia en muchos medios: será liberado al mar un nivel muy elevado de plástico.
Sí, como leyó, plástico que está ahora mismo concentrado dentro de ese hielo Ártico y que entrará a nuestros mares poniendo en peligro no solo a la vida animal y a la humana, mediante el consumo de alimentos marinos, sino también agudizando el proceso mismo de calentamiento.
Una cantidad de hasta 17 tipos de plástico que ya se encuentran en la corriente oceánica Transpolar fue identificada por investigadores del Instituto Alfred Wegener de Alemania, el estrecho de FRam y cerca del noreste de Groenlandia durante una expedición en el año 2015, y esos valores se cree hayan aumentado hasta el día de hoy.
Lo más indicativo de nuestra responsabilidad como humanidad ante este hallazgo es la identificación de los tipos de plástico hallados como los componentes de artículos comerciales comunes. Por ejemplo, el de bolsas para compras, botellas, pintura, nylon de cañas de pescar y otros elementos que usamos en nuestra vida diaria.
Otro hallazgo alarmante fue notar que en un trozo de hielo pequeño como un puño, caben más de diez mil micropedazos de plástico que se concentra hasta el nuevo derretimiento. Como explicó la autora principal del artículo publicado en Nature Comunications, Ilka Peeken, el nivel de concentración de plástico es muchas veces más alto en el hielo que en el agua en estado líquido, por lo que la reducción del Ártico es muy alarmante.
Al momento de ser ingeridas por peces y otros animales marinos estas microfibras pasan a la cadena alimenticia y se convierten en un peligro mucho mayor y directo para el ser humano.
Se piensa que gran parte de los microplásticos fueron trasladados al Ártico desde la gran mancha de 79 mil toneladas de desechos que flota en el océano, que posee una superficie de 1,6 millones de kilómetros cuadrados.
