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martes, 12 de junio de 2018

López Obrador y una de sus promesas electorales

Por Verónika Lorient

A pocas semanas de terminar la campaña por la presidencia mexicana, Andrés Manuel López Obrador, el aspirante que va en la delantera hasta el momento, según encuestas realizadas en el país azteca, ha lanzado al aire una de las promesas electorales más polémicas, teniendo en cuenta el momento que vive este país actualmente. 

Si el candidato que representa al partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) llegara a ser el próximo presidente de México continuarán las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan), así lo confirmó el aspirante a titular del poder ejecutivo. López Obrador, candidato de la coalición Juntos Haremos Historia prometió lo anterior al anunciar que el exembajador mexicano ante la Organización Mundial de Comercio y exconomista principal ante el Banco Mundial, Jesús Seade, será quien encabece el equipo negociador del Tlcan en caso de asumir la silla electoral, en este su tercer intento.

El aspirante que representa la unión de los partidos Movimiento de Regeneración Nacional, Trabajo y Encuentro Social, se pronunció por nexos de amistad con Estados Unidos, específicamente en lo referente al Tclan.

A través de las redes sociales López Obrador dijo que su aspiración es que las negociaciones entre los protagonistas del Tclan (México, Estados Unidos y Canadá) no se firmen hasta que esté instalado en la casa presidencial, si así fuera.

Según López Obrador, en este pacto se debe obrar con prudencia y paciencia, pues la precipitación de firmar el pacto puede afectar a los productores nacionales, no incluir el tema migratorio y puede dar al traste con la aceptación de infamias como la construcción del muro fronterizo que quiere imponer el presidente estadounidense, Donald Trump.

López Obrador considera que a través de una relación de amistad con el gobierno norteamericano y el pueblo de esa nación pueden lograrse importantes acuerdos sobre la base de la cooperación para el desarrollo y el respeto mutuo.

En la actualidad los vínculos entre ambas naciones no son del todo positivos. Desde que el magnate neoyorquino asumió la presidencia de Estados Unidos se han visto afectadas las relaciones, fundamentalmente por dos puntos que incluyen el polémico muro fronterizo y el Tclan. Tanto es el distanciamiento que aun no se acaba de consolidar el encuentro entre el actual primer mandatario mexicano, Enrique Peña Nieto, y Donald Trump.