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miércoles, 20 de junio de 2018

¿Por qué cuesta trabajo dormirse en México?

Por Nursia

Sucesos traumáticos como los recientes sismos que han afectado a tierras mexicanas, pueden provocar que el ciclo del sueño de algunas personas se vea alterado, lo que produce que permanezcan despiertos por más tiempo, resaltó el director del Instituto Mexicano de Medicina Integral del Sueño (IMMIS), Reyes Haro Valencia. Explicó que las modificaciones del sueño se perciben como un componente de los síntomas del trastorno por estrés postraumático, que también vine acompañado de ansiedad y depresión ante situaciones extremas como un movimiento telúrico. El experto señaló que dicho trastorno es una reacción del organismo ante un evento estresante y traumático.

Haro Valencia destacó que una parte de la población que ha sido afectada por desastres naturales o que los han vivido de cerca es la más vulnerable a presentar alteraciones en el sueño, debido a que tienen temor a que esto ocurra nuevamente. Este proceso se acrecienta con una sensación de pérdida de control e incapacidad para enfrentar u evento amenazador determinado. Si los temblores se suceden de noche, crean problemas para dormir o bien para reiniciar el sueño después de despertar ante la alerta sísmica o las acciones de protección ante un evento de esta naturaleza, apuntó. El médico expuso que durante el día las actividades cotidianas permiten que la atención de las personas esté centrada en lo que les atañe hacer, pero a la hora de dormir surgen sus temores y las preocupaciones de que pueda temblar la tierra nuevamente.

Haro Valencia indicó que “los recientes sismos ocurridos por la noche aumentan el temor de las personas sensibles y surge irremediablemente el insomnio o se intensifica en quienes ya lo padecen.” Otra de las variaciones que se pueden llegar a presentar es la interrupción en la continuidad del sueño debido a la presencia de pesadillas, lo cual afecta el buen desenvolvimiento de las actividades de la vida cotidiana por la presencia de fatiga y somnolencia diurna, expresó. Asimismo, recomendó a quienes padecen de síntomas temporales de trastornos de sueño por estrés postraumático, como insomnio, pesadillas o somnolencia diurna, evitar ver o escuchar noticias en la noche para reducir el estrés.

Además, exhortó a las personas a realizar ejercicio preponderantemente con luz de día de acuerdo a la edad y condición física, obviar las siestas para facilitar la conciliación del sueño nocturno, no consumir sustancias estimulantes como café, bebidas de cola y tabaco, en particular durante las horas próximas a acostarse. Se debe proponerse dormir ocho horas diarias, evitar el consumo de agua tres horas antes de dormir para no interrumpir el sueño por la necesidad de orinar, cenar ligero y descartar los relojes de la habitación porque quienes tienen insomnio crean dependencia a ellos, agregó finalmente el especialista.

El insomnio es una enfermedad que se define como dificultad para conciliar o mantener el sueño y puede manifestarse como el impedimento para conciliar el sueño (insomnio inicial), despertarse frecuentemente durante la noche o despertarse muy temprano por la mañana, antes de lo planeado (insomnio terminal). En dependencia de la duración del problema también puede dividirse en insomnio agudo si dura menos de 4 semanas, subagudo cuando tiene una duración de entre 4 semanas y 6 meses, o crónico si dura más de 6 meses.

La queja más frecuente asociada al insomnio es la somnolencia diurna, baja concentración e incapacidad para sentirse activo durante el día. El insomnio puede deberse a muchas causas, entre ellas insomnio primario, estrés, trastornos psiquiátricos como la ansiedad o la depresión, insomnio relacionado con alteraciones del ritmo circadiano y asociado con algunos anticonceptivos. En la actualidad, es recurrente la prescripción de fármacos para el tratamiento a corto plazo del insomnio, sin embargo el tratamiento farmacológico debe evitarse durante periodos de tiempo prolongados, y es beneficioso en ciertos casos de insomnio crónico el uso de otras técnicas, como la terapia conductual y cognitivo-conductual.

Muchas obras literarias (poemas, novelas, obras de teatro) han tenido como su personaje central este trastorno del dormir o algún otro de los trastornos de sueño. Por ejemplo, Insomnio es el título de un soneto del escritor y académico español Dámaso Alonso en el que se describe el Madrid de la posguerra. Asimismo, las películas Fight Club, Insomnia, Cashback y El maquinista tienen como tema central este trastorno de sueño.