Un aeropuerto en permanente disputa
Desde que se anunció la obra, por demás necesaria, el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México ha estado sometido a una constante revisión, debate y polémica. Hoy, sin embargo, puede vivir el momento más crítico en su desarrollo, al anunciar el recientemente electo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que la obra multimillonaria, ya en ejecución, será sometida a una consulta popular.
A nadie debería sorprender este anuncio, pues durante la campaña electoral López Obrador había manifestado su desacuerdo con la realización de este proyecto, que actualmente se encuentra a un 30 por ciento de avance. Ahora el presidente ha dicho que, como se trata de un caso complicado, “para no equivocarnos, es mejor preguntar”. Según sus propias palabras, la decisión de la consulta que se llevará a cabo a finales de octubre va a ser vinculante y lo que diga la mayoría es lo que se va a hacer.
El equipo de López Obrador ha realizado previamente un análisis técnico, de manera que pudiera determinar los pros y contras de dos alternativas posibles, en este caso continuar con la obra o sustituirla por la construcción, con una menor inversión, de dos pistas adicionales en el aeropuerto militar de Santa Lucía, un sitio cercano al actual.
Según un reporte de la agencia DPA, esta no será la única fuente que analice la situación y busque soluciones, sino que actualmente se empeñan en ello especialistas, empresarios, agrupaciones civiles, entre otros actores.
Pero la elección para la consulta no se presenta fácil, pues si bien la construcción del nuevo aeropuerto lleva cuatro años de retraso y sus costos han subido a casi el doble de lo previsto (300 000 millones de pesos, equivalentes a 15 800 millones de dólares), lo cierto es que la cancelación tendría también un saldo negativo, al perderse 100 000 millones de pesos (5 200 millones de dólares) por concepto de obras ya realizadas y gastos no recuperables.
Por otro lado, reseña DPA, la ampliación del aeropuerto de Santa Lucía tendría un costo de 70 000 millones de pesos y existen dudas sobre su viabilidad. Mientras la agencia internacional Mitre sostiene que los trabajos allí serían inútiles, porque no se puede operar de manera simultánea con el actual aeropuerto; expertos chilenos afirman que sí sería posible.
En cualquier caso, el pueblo mexicano parece ser quien decidirá el final de esta novela.
