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domingo, 18 de febrero de 2018

El Ejército se adueña de Río de Janeiro

Por Nilyam

Las últimas noticias desde Brasil provienen desde Río de Janeiro y apuntan a una de las medidas más polémicas adoptadas por el gobierno de Michel Temer. El amplio despliegue militar que se evidencia en el conocido estado brasileño confirma la decisión del presidente de dejar la seguridad del mismo en manos de las Fuerzas Armadas para de esta forma hacer frente a la gran escalada de violencia que se vive allí.

Es esta la primera vez que se adopta una medida tan radical, desde que en 1988 se instauró la democracia en el gigante sudamericano, tras largos años de dictadura militar, que hoy algunos políticos intentan revivir. A través de un discurso transmitido por la televisión, el mandatario habló sobre la gravedad del contexto que vive hoy la ciudad y sus habitantes, y que el gobierno adoptó esta medida porque el crimen organizado se ha adueñado de este territorio. “Es una metástasis que se esparce por el país y amenaza la tranquilidad de nuestro pueblo”, afirmó Temer. Con la implementación de esta media, ahora convivirán juntos en Río de Janeiro tanto elementos de las Fuerzas Armadas como del crimen organizado, y por eso la ciudadanía teme crudos enfrentamientos armados entre ambas partes.

A juicio del gobierno, las fuerzas estatales resultaron insuficientes para controlar la seguridad en la ciudad famosa en todo el mundo por sus carnavales. Ante un contexto matizado por tensiones entre bandas mafiosas que pelean a como dé lugar por el control del tráfico de drogas y el tema de la seguridad en las favelas, a lo que se suma un Estado en quiebra que ante la falta de liquidez se ha visto obligado a congelar los sueldos de los agentes, pagarles con retraso y reducirles el material, la solución fue a buscarse en las Fuerzas Armadas. Con esto se busca además proteger un turismo internacional que cada vez más deja de ir a la ciudad carioca ante el temor de sucumbir ante el nivel de violencia que está viviendo.

Ya ni el famoso Carnaval representa un alivio como antes pasaba. El gobierno desplegó alrededor de 17.000 agentes, cifra que representa un 43% más que el año pasado, y a pesar de esto, este se ha conocido como el año del Carnaval violento. Abundan los videos en Internet de ciudadanos, sobre todo jóvenes, agrediendo a turistas, y las frecuentes balaceras formando parte de las celebraciones. Mientras que el número de armas confiscadas dejó pasmadas a las autoridades cariocas. Sin embargo, desplegar a las Fuerzas Armadas en las calles de Río de Janeiro puede tener consecuencias impredecibles, y estas no tienes que ser necesariamente buenas. El tiempo dirá si esta decisión de Temer es la que realmente había que tomarse ante este panorama.