El ex-MLB mexicano no tiene dinero para pagar la fianza
El ex-lanzador Esteban Loaiza no tiene los 250 mil dólares impuestos por la jueza Nita Stormes el pasado 12 de marzo como fianza para salir de la cárcel federal del Condado de San Diego, donde está encarcelado desde el pasado 9 de febrero, cuando la policía encontró en una casa rentada a su nombre un minivan con 44 libras de cocaína escondidas.
Las imágenes más recientes del pitcher lo muestran avejentado, sin la alegre confianza que transmitía en sus redes sociales, cuando solía cruzar la frontera entre México y Estados Unidos con naturalidad. Al parecer, la suerte -y el dinero- se le agotaron a Loaiza, que trató de negociar una fianza menor, pero no pudo. Su abogada, Janice Deaton, no logró reducir el monto a 120 mil dólares, aunque el fiscal federal Jarad Hodes quería ponerle 400 mil dólares en efectivo. A todas estas, las afianzadoras piden el 12 por ciento del dinero total, o sea, unos 24 mil dólares que tampoco puede permitirse ahora alguien que ganó 43 millones de dólares en su carrera, llegó a tener 19 autos de lujo y un afán desenfrenado por la fiesta.
Además, para salir en libertad Loaiza debería usar una pulsera magnética con sistema de posicionamiento global satelital para verificar su ubicación, llevaría arresto domiciliario en casa de su hermana y sólo podrá salir a trabajar, la iglesia y sus audiencias de corte, amén de algún otro sitio con autorización previa de la Corte Federal del Distrito Sur de California.
Loaiza (Tijuana, 1971) tiene un historial conflictivo: además de su divorcio de la fallecida cantante Jenni Rivera, que mostró su lado más sórdido, fue arrestado por manejar borracho un Ferrari por carreteras de California, y por no pagar la manutención de su hijo. Ahora será procesado por narcotráfico, un triste epílogo para un nómada de las Grandes Ligas que pasó por organizaciones como los Yankees de New York y los Medias Blancas de Chicago, y que dejó la Gran Carpa como el segundo mexicano con más victorias (126), solo superado por el gran Fernando Valenzuela (173).
Ahora el beisbolista enfrenta tres cargos por delitos de posesión, transporte y venta de narcóticos, aunque él se declaró no culpable ante el juzgado. La cocaína encontrada en su casa por el Equipo de Erradicación de Crímenes Fronterizos vale medio millón de dólares, el doble de la fianza que no podrá pagar.
