Plástico: no en Holanda
El suceso es positivo desde distintas aristas: contribuye a la protección del Medio Ambiente, y abarata los costos de los productos. Y es que lo que parecía ficción hace algún tiempo, y todavía lo es en la inmensa mayoría del mundo, comenzó a ser un hecho en Holanda. En Ámsterdam, el supermercado Ekoplaza, perteneciente a una cadena de primera categoría, presentó el primer pasillo libre de plásticos del mundo.
Quienes lo visiten podrán encontrar bocadillos y otros artículos diversos que no están acompañados de plástico. ¿Cómo es posible? Los empaques están hechos de materiales degradables, vidrio, cartón, o metal. Sian Sutherland, el cofundador de A Plastic Planet, un grupo medioambientalista que ha promovido ideas como esta, ha dicho que la iniciativa holandesa es un momento clave dentro de la lucha mundial contra la contaminación por plástico.
El área libre de plásticos cuenta con cerca de 700 artículos, que incluyen salsas, carnes, cereales, yogures y chocolates. “No solo es una estrategia publicitaria – dijo en una entrevista Erik Does, el director ejecutivo de Ekoplaza-, sino que es algo en lo que hemos trabajado durante años”. La inauguración de ese pasillo en el supermercado llega ahora que la idea de prohibir el plástico —o cuando menos lograr que un mayor porcentaje del material sea reciclable— adquiere simpatizantes en todo el planeta.
Recordemos que en enero pasado, Theresa May, la primera ministra del Reino Unido, se pronunció a favor de los pasillos libres de plásticos en los supermercados, en el contexto de un discurso con el que describió un plan ambiental para los próximos veinticinco años. Mientras tanto, la Unión Europea emprendió un plan para lograr que todos los plásticos del mercado europeo sean reciclables para el 2030.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, hizo declaraciones alarmantes a la prensa, cuando afirmó que si no tomamos alguna medida radical, dentro de medio siglo tendremos más plástico que peces en los océanos. Dentro de los artículos que la Unión Europea tiene en la mirilla se encuentran las pajillas, las botellas de plástico, y los vasos de café con sus tapas.
El uso de empaques de plástico se ha vuelto muy generalizado debido a su practicidad y sus cualidades higiénicas. No obstante, debido a su peso ligero y su capacidad para flotar, junto con su presencia en aumento en las exportaciones internacionales de basura, el plástico es considerado ya una plaga ecológica.
