Cómo la etiqueta #yosoygay derrotó a la censura en China
El pasado mes de marzo el presidente de China, Xi Jinping, fue confirmado para seguir ocupando por tiempo indefinido la dirección del gigante asiático. Desde esta fecha el control gubernamental de la difusión de contenidos en la Red ha aumentado y a estas alturas ha adquirido ciertos ribetes tremendistas. La Agencia Estatal para la Prensa, la Publicidad, la Radio, el Cine y la Televisión (SAPPRFT) ha ido tras contenidos curiosos, humorísticos, feministas y de contenido homosexual. Pero sobre todo, al Gobierno, y en este tema no es el único, le preocupa las potencialidades movilizativas de la web, al margen de las estructuras oficiales.
Cuando la pasada semana Weibo, el Twitter chino, anunciaba que iniciaría una campaña de tres meses para “limpiar” de contenidos pornográficos violentos y gays sus páginas, en aras de lograr un “entorno armonioso”, los usuarios de la red no se mostraron muy satisfechos. La popular web alegaba que la medida respondía una circular oficial emitida por el Gobierno.
A través de la etiqueta traducible como #yosoygay 300 millones de usuarios manifestaron su inconformidad con la restricción de los contenidos homosexales, y exigieron respeto a los derechos de la comunidad gay. La repercusión fue tal que incluso el Diario del Pueblo, el periódico oficial del Partido Comunista del país, emitió un editorial donde pedía tolerancia para los homosexuales.
La etiqueta solo estuvo activa tres días, pues enseguida fue bloqueada, pero bastó para que Sina, la compañía responsable de la plataforma social, reblandeciera posiciones y anunciara que no restringiría los videos y cómics de contenido homosexual. En un escueto comunicado agradecía los comentarios y sugerencias de los usuarios.
La comunidad gay no ha sido la única que recientemente se ha movilizado en defensa de sus derechos por diversas vías, incluso los tribunales, pero sí ha sido la más organizada y la que más logros concretos ha alcanzado.
Por otro lado, el de Weibo no ha sido el único caso de recientes restricciones desde el gobierno, aunque sí el más sonado. También la pasada semana una de las empresas tecnológicas más innovadoras de China, Bytedance, vio afectadas al menos tres de sus plataformas, entre las más populares del país. El primero fue su agregador de noticias, Toutiao; luego la conocidísima página de intercambio de chistes y memes Neihan Duanzi y, por último, Huoshan Douyin, especializada en la transmisión en directo de videos musicales.
El dueño de la compañía Zhang Yiming emitió una disculpa pública en la que afirmaba que sus productos habían tomado un mal camino y los contenidos que difundían eran incompatibles con los valores socialistas. Para varios analistas el caso de este empresario representa uno de los conflictos a los que ahora mismo se enfrenta el gobierno chino. Por un lado el impulso dado a la innovación y la reforma económica y por el otro la necesidad planteada de aumentar el control político. Por ello mientras Zhang Yiming celebraba sus logros en innovación, debía disculparse por sus errores políticos.
Desde inicios de 2018 se ha intensificado en China el control sobre Internet. En enero la Administración del Ciberespacio en el país anunciaba una lista de 462 páginas y nombres autorizados a crear servicios de distribución de noticias. ¿Estarán entre ellas las preferidas por los usuarios?
