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martes, 24 de abril de 2018

Serzh Sargsian ya no es primer ministro de Armenia

Por Jessica Meer

Serzh Sargsian, expresidente de Armenia, y ahora ex primer ministro de ese país, nunca fue aceptado en la población al asumir recientemente ese segundo cargo. Luego de varias protestas populares en Ereván, la capital y tras la detención de más de 200 personas, Sargsian dimitió en una alocución televisiva. De este modo el ex jefe de gobierno asume que no puede con la situación actual de esa nación exoviética.

Durante su intervención televisiva en la cual hizo pública su renuncia, Sargsian le dio la razón al líder de la oposición, el diputado Nikol Pashinian, quien manifestó en varias ocasiones que el expresidente de Armenia se equivocó al asumir su nuevo cargo. Sargsian dijo que está convencido de que ninguna de las opciones que existen para resolver la situación actual, están al alcance de su determinación, por tanto no las empleará. Prefirió entonces, y claro, tras la presión de las masas populares, dimitir de su actual cargo.

Armenia es una república parlamentaria, en la cual el jefe de Estado cumple funciones formales y el poder real lo desempeña el jefe de Gobierno, elegido por una mayoría legislativa.

La población celebró la decisión de Sargsian, alrededor de mil personas se reunieron en el centro de Ereván para festejar esa determinación, exigida desde el pasado día 13, cuando fue nombrado como primer ministro. Karen Karapetian, el vicejefe de gobierno asume ahora, interinamente el cargo de Sargsian.

Las discrepancias entre Pashinian y Sargsian fueron evidentes desde el mismo momento de asumir este último el cargo de primer ministro de Armenia. Durante algunas pláticas el también expresidente calificó de chantaje las demandas del opositor.

Por otro lado, Sargsian recibió el rechazo del pueblo. Las protestas fueron continuas desde el mismo momento de llegado al cargo el dirigente. Últimamente las manifestaciones, aunque parecieron pacíficas, tomaron fuerzas y se especuló que a las filas de los protestantes empezaron a llegar personas uniformadas, lo cual deja mucho qué decir, pues a los uniformados se les prohíbe participar en cualquier acción política.

En esencia el pueblo y los opositores lograron lo que se propusieron, ya Serzh Sargsian, quien funcionó como presidente por más de 10 años, ya no es primer ministro, acaba de renunciar. Ahora esperemos si con esto llega la calma a la capital de Armenia, o si hay otro motivo por el cual protestar.