Las pésimas infraestructuras estadounidenses
Con ese mensaje en la red social Twitter, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se adelantaba, este hace mesess, a la presentación de su propuesta para mejorar la infraestructura con inversiones públicas y privadas por un valor de 1,5 billones de dólares. «La infraestructura de nuestra nación se halla en un estado inaceptable de desidia», afirmó Trump en la presentación del documento de 53 páginas, el cual fue enviado al Congreso estadounidense.
Pero ¿qué tan deteriorada se encuentra la infraestructura realmente? Pues según la Sociedad Estadounidense de Ingeniería Civil (ASCE, por su siglas en inglés) la situación es bastante preocupante, por su precariedad.
Cabe recordar que desde 1988, ASCE publica, de forma regular, un informe detallado acerca de la situación de las infraestructuras para el que emplea un método similar al que usan muchas escuelas estadounidenses a la hora de calificar los resultados de sus alumnos con letras que van de la A a la F.
Y de acuerdo con el último reporte, correspondiente al pasado año, el estado obtuvo una D+, es decir, que dichas infraestructuras se encuentran en una condición que va de pobre a suficiente y, por lo general, por debajo de los estándares habituales, con muchos elementos que se aproximan al final de su vida útil.
«Esta constituye una calificación muy pobre. De hecho, si tu hijo regresa de la escuela con una puntuación así, probablemente vas a estar molesto con este por su rendimiento. Todo el mantenimiento que se pospuso, ahora nos está cobrando factura y colocándonos al borde de una crisis seria en cuanto en infraestructuras», aseguró Casey Dinges, director ejecutivo de ASCE.
No por gusto, en los últimos dos meses, seis personas fallecieron en tres accidentes diferentes donde estos vehículos de la Compañía Nacional de Transporte Ferroviario Amtrak, como se le conoce en inglés. Y peor resulta el hecho de que la Oficina Federal Ferroviaria, en los últimos años, ha calculado el promedio de descarrilamientos sufridos por estos trenes en dos al mes, una estadística realmente alarmante.
Pese a ello, ASCE otorgó a las infraestructuras ferroviarias una calificación de B, debido a las inversiones realizadas por el sector privado, el cual es propietario de la mayor parte de las vías y que las usa para el transporte de carga, mayoritariamente.
Después se posicionan los puentes, la gestión de desechos sólidos y los puertos con una C+, letra que indica que estos «se hallan en buen estado, a pesar de que muestren signos de deterioro y requieran atención todavía.
