Los mexicanos disponibles que dejaron de buscar trabajo
La cuestión del empleo es un tema bien complicado en la mayoría de los países del mundo, y en México ocurre un fenómeno muy curioso en relación a este tema. Resulta que millones de ciudadanos del país azteca, disponibles y en busca de empleo, dejaron de intentar encontrar un puesto labora, desalentados ante los obstáculos y los no que recibieron en distintas entrevistas de trabajo, que no tuvieron un buen resultado para ellos.
La cifra representa, según el diario El Economista, un máximo histórico en el porcentaje de personas que están disponibles, pero no siguieron emprendiendo la ardua tarea de encontrar empleo por considerar que no cuentan con ninguna posibilidad de encontrarlo. Según datos aportados por este medio, en el pasado año alrededor de 5.6 millones de mexicanos vivieron esta situación, formando parte de este grupo de trabajadores que se calificar como “desalentados”. Entre los desalentados también se incluye a los jóvenes que deciden estudiar luego de la licenciatura y demoran su entrada al mercado laboral.
De acuerdo con una advertencia de la Organización Internacional de Trabajo, este segmento de población, al ser calificados como económicamente inactivos, no es posible incluirlos dentro de las cifras de desempleo. Teniendo en cuenta esto, si se procediera a contabilizar a los desalentados en los números pertenecientes a la desocupación, el índice de desempleo en la nación azteca hubiera cerrado en el 2017 en un nivel promedio de 11.2%, y no en 3.4%, como se calculó recientemente. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, fue así como al cierre del pasado año unos 5.67 millones de ciudadanos confirmaron que se encontraban disponibles para trabajar y la mayoría dijo que dejó de buscar trabajo porque piensa que no tiene posibilidades de encontrarlo.
Uno de los sectores que más preocupa a los especialistas son los jóvenes que integran el grupo de los desalentados. David Kaplan, especialista senior en mercados laborales del Banco Interamericano de Desarrollo, dijo que entre los de menor edad hay mucha decepción porque, aunque están mejor preparados que sus padres, esto no se traduce ni tiene efecto en oportunidades de empleo, salarios, en la tasa de informalidad u otros indicadores. “Los jóvenes están decepcionados y diría incluso que con razón”, dijo el funcionario. El tema del empleo entonces es otra cuenta pendiente en la nación azteca.
