México está listo para afrontar sus temores
México, considerado uno de los países más inseguros del continente americano, acordó este miércoles hacer frente al fenómeno de los desaparecidos, un asunto tristemente cotidiano en el país. Para ello el Gobierno estableció un convenio con la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (ONU-DH), mediante el cual se realizarán mesas de trabajo sobre la desaparición de 28 personas en Nuevo Laredo, en el nororiental estado de Tamaulipas.
La decisión fue dada a conocer mediante un comunicado de la Secretaría de Gobernación (Segob), la Procuraduría General de la República (Fiscalía, PGR) y la Secretaria de Marina (Semar), las cuales hicieron público que se reunirán periódicamente con la ONU-DH, con el propósito de revisar la información y datos de prueba en cada uno de los casos.
De acuerdo con un reporte de la agencia EFE, las instituciones gubernamentales mexicanas explicaron que el objetivo es fortalecer las investigaciones además de desarrollar una estrategia de búsqueda y atención a las víctimas y sus familiares. Asimismo, forma parte de sus intenciones proporcionar seguridad a los posibles testigos de los hechos, de modo que se pueda avanzar en la búsqueda de la verdad y la condena de los responsables.
El punto de partida son las desapariciones reportadas en Nuevo Laredo, un hecho que se investiga y para lo cual el Gobierno mexicano y los representantes de la ONU-DH se reunieron con los familiares de los 28 desaparecidos en esa ciudad mexicana fronteriza con Estados Unidos.
Por su parte, la Fiscalía Especializada en Investigación de los Delitos de Desaparición ordenó las diligencias tendientes a esclarecer los hechos y la Subprocuraduría de Derechos Humanos, Prevención del Delito y Servicios a la Comunidad dio indicaciones para que las víctimas directas e indirectas sean reconocidas como tales ante la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas. Este reconocimiento es el primer paso para garantizar una representación efectiva, además de la implementación de medidas de protección que garanticen su seguridad.
Para llevar a buen puerto las mesas de trabajo acordadas con el Gobierno de México, la ONU-DH cumplió una misión de trabajo en Tamaulipas con el propósito de atender la ola de desapariciones, lo cual consideran uno de los retos más grandes de la nación latinoamericana. De acuerdo con declaraciones de Jan Jarab, representante de ONU-DH en México, esta ola reciente de desapariciones en Nuevo Laredo se ubica entre las más preocupantes y se trata de un caso emblemático en su conjunto, pues existen fuertes indicios de que estos crímenes fueron cometidos por una fuerza federal de seguridad.
