A México le duelen los asesinatos
Los homicidios en México aumentaron un 16 por ciento en la primera mitad de 2018, cuando el país rompió nuevamente sus propios récords de violencia. El Departamento del Interior dijo el fin de semana que hubo 15.973 homicidios en los primeros seis meses del año, en comparación con 13.751 homicidios en el mismo período de 2017.
El número es el más alto desde que comenzaron a guardarse registros comparables en 1997, incluido el año pico de la guerra contra las drogas en México en 2011. Fuentes oficiales confirman que en los niveles actuales, la medida del departamento colocaría los homicidios nacionales en 22 por cada 100,000 habitantes para el final del año, cerca de los niveles de Brasil y Colombia en 27 por cada 100,000.
El analista de seguridad Alejandro Hope señaló que "las cifras son horribles, pero hay algunas señales que son medio alentadoras". Por ejemplo, el crecimiento de los homicidios parece estar disminuyendo; los homicidios aumentaron solo un 4 por ciento en comparación con la segunda mitad de 2017. "La curva puede estar disminuyendo", señaló Hope, aunque advirtió que es demasiado pronto para decirlo.
Algunas áreas, como el estado de la frontera norte de Baja California, mostraron grandes saltos en las tasas de homicidios, que otros vieron fuertes caídas. Baja California, hogar de la ciudad fronteriza de Tijuana, registró 1.463 homicidios en la primera mitad del año, un aumento del 44% con respecto al mismo período de 2017. Las autoridades han atribuido la avalancha de asesinatos a las batallas entre los cárteles de drogas de Jalisco y Sinaloa por el control de las rutas de tráfico en Baja California.
El estado es ahora el segundo más violento de México, con una tasa de homicidios durante los primeros seis meses del año equivalente a 71 asesinatos por cada 100,000 habitantes. En comparación, Honduras y El Salvador, algunos de los países más letales del mundo, tienen tasas de homicidios de alrededor de 60 por cada 100,000. El estado más peligroso de México es Colima, en la costa del Pacífico, que experimentó un aumento del 27% en los homicidios y ahora tiene una tasa de homicidios de alrededor de 80 por cada 100.000.
El cártel de Jalisco también está activo allí. El estado central de Guanajuato, hogar de la ciudad colonial de San Miguel Allende, vio un aumento del 122 por ciento en los homicidios, que se encontraban en una tasa de alrededor de 40 por cada 100.000 habitantes. Las autoridades dicen que gran parte del asesinato está relacionado con pandillas de ladrones de combustible que perforan las tuberías del gobierno. Pero en Baja California Sur, hogar de los centros turísticos como La Paz y Los Cabos, una presencia policial intensificada aparentemente ayudó a reducir los homicidios. Los 125 homicidios en el estado fueron menos de la mitad del número registrado en los primeros seis meses de 2017 y un cuarto más que en la última mitad de 2017. Se enviaron policías y tropas adicionales después de que las bandas de narcotraficantes crecieran matanzas en el estado en 2017.
Hope señaló que en casi la mitad de los 32 estados y la capital de México, las tasas de homicidios no aumentaron mucho o en absoluto. "Ahora el crecimiento se está concentrando" en algunas áreas. Es difícil decir por qué el crecimiento en las tasas de homicidios parece haberse reducido en estados históricamente violentos como Guerrero, que es hogar de más de una docena de pandillas y es un área de cultivo principal para las amapolas de opio. "El crecimiento en el uso de fentanilo podría estar reduciendo la cosecha de adormidera, y eso podría estar teniendo un efecto" en las tasas de homicidio, dijo Hope.
Los agricultores de Guerrero dicen que los precios de la pasta de opio han descendido a niveles no rentables porque los cárteles de la droga la están sustituyendo por más baratos, más fáciles de obtener opioides sintéticos como el fentanilo. Aún así, no todas las áreas de complejos turísticos de México tuvieron tan buenos resultados como Baja California Sur. El estado de la costa caribeña de Quintana Roo, hogar de centros turísticos como Cancún, Tulum y Cozumel, vio los homicidios aumentar en un 132 por ciento, al equivalente de alrededor de 35 asesinatos por cada 100.000.
El estado representa casi la mitad del ingreso turístico nacional de México. Y México ha visto complejos internacionales como Acapulco y Zihuatanejo arrastrados por una reputación de violencia en el pasado. "Él puede detenerlo (la violencia en Quintana Roo), pero tienen que encargarse de ello muy rápidamente", dijo Hope.
