Ayotzinapa no olvida a sus estudiantes
Hace casi cuatro años, 43 jóvenes que estudiaban para convertirse en maestros en una universidad en la zona rural de Guerrero fueron desaparecidos por la fuerza y nunca más volvieron a verlos. Este curso, deberían deberían haberse graduado. En cambio, 43 sillas en el Colegio de Maestros Rurales de Ayotzinapa quedaron vacantes durante la ceremonia en la cual los compañeros de los hombres desaparecidos recibieron sus títulos de educación frente a sus familias, amigos y profesores.
No fue el único homenaje a los estudiantes desaparecidos, quienes fueron atacados y secuestrados en Iguala, Guerrero, el 26 de septiembre de 2014 supuestamente por policías corruptos que, de acuerdo con la versión oficial de los hechos, posteriormente los entregaron a un delincuente local. Antes de que los estudiantes ingresaran al lugar de la ceremonia de graduación de ayer, los nombres de sus 43 compañeros desaparecidos fueron leídos uno por uno sobre el sistema de megafonía de la escuela durante una votación nominal final para la clase de graduación de 2018.
Los estudiantes exigieron justicia para sus antiguos compañeros de clase ausentes y corearon una súplica que se ha escuchado ampliamente en todo México desde su desaparición: “¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!” Cuando el aún presidente, Enrique Peña Nieto, se acerca al final de su mandato de seis años, la verdad sobre lo que realmente le sucedió a los estudiantes en esa fatídica noche sigue sin estar clara, pero algo de lo que no cabe duda es que los eventos del 26 de septiembre de 2014 dejarán para siempre una mancha oscura en su registro presidencial. Según la "verdad" del gobierno, la pandilla de Guerreros Unidos mató a los estudiantes a quienes supuestamente confundieron con sus rivales y luego quemó sus cuerpos en un vertedero municipal.
Pero la investigación del caso ha sido ampliamente criticada por expertos internacionales, organizaciones de derechos humanos, periodistas mexicanos y las familias de los estudiantes. Muchos sospechan que el ejército pudo haber jugado un papel en la desaparición de los estudiantes. El mes pasado, un tribunal federal ordenó la creación de una comisión de la verdad y la justicia para emprender una nueva investigación, al dictaminar que la llevada a cabo por la Procuraduría General de la República (PGR) "no fue rápida, efectiva, independiente o imparcial". A principios de este año, las Naciones Unidas publicaron un informe que decía que 34 personas habían sido torturadas en relación con la investigación y que los sospechosos habían sido detenidos arbitrariamente.
