México, un nido de violencia
El pasado 1 de julio se celebraron unas macro elecciones en México, de las cuales AMLO salió ganador. Otros también salieron ganadores porque no solo se elegía al presidente de la nación, sino también candidatos a gobernadores, jefes de gobierno, alcaldes, concejales, regidores, juntas municipales, sindicaturas, senadores y diputados federales y locales. En total, centenares de personas que accedieron o revalidaron un puesto de responsabilidad.
El problema que tiene México con la violencia es, indudablemente la peor lacra que asola el país azteca. Roberto González Hinojosa, un conservador del PAN, fue reelecto en Ciudad Mier, en Tamaulipas (norte de México), pero la alegría de la victoria se vio rápidamente empañada por su secuestro. Ni dos semanas después, González desapareció a manos de hombres armados que ayer se lo llevaron. Iba camino a un evento público en el que se celebraba su victoria electoral.
Ciudad Mier era un nido de violencia por 2010. El narcotráfico y el crimen campaban a sus anchas, lo que causó un éxodo masivo de la ciudad, por lo que se convirtió tristemente famosa a nivel mundial. Tantos ciudadanos se fueron que, de los 4.000 habitantes a unos escasos 1.000. En 2016, el recién secuestrado fue elegido alcalde e intentó revertir la situación, mostrando mano dura contra la violencia. Con solo 35 años, el alcalde logró mejorar poco a poco la estabilidad de la ciudad, pero está claro que no gustó a todos, especialmente a los que se dedicaban al negocio sucio.
Roberto González Hinojosa fue detenido por dos furgonetas, que le obligaron a subir, y se le ha perdido el rastro.
