Dos muertos en la UNAM
El enfrentamiento entre bandas, es uno de los actos que aflora en la actualidad de México dejando un rastro de víctimas a su paso. El suceso del pasado viernes en el campo de la UNAM, en la Ciudad de México puede ser quizás uno de ellos, aunque hasta el momento las autoridades no saben con certeza de qué se trata. La balacera ha ocurrido cerca a las 15.00 horas en las afueras de la Facultad de Contaduría y Administración de La UNAM. La universidad más grande México ha notificado que los individuos implicados eran ajenos al centro, entre ellos mantuvieron una disputa donde dos de ellos resultaron con heridas de balas. Tiempo después la fiscalía general de la capital confirmó la muerte de ambos. Tenían 20 y 29 años de edad.
Los medios de seguridad interna de la Ciudad Universitaria emitieron la noticia al hallar a los dos cuerpos heridos. Los lesionados rápidamente fueron identificados por la Procuraduría y atendidos por el personal médico pero poco tiempo después de ser llevados a la Clínica 8 del Instituto Mexicano del Seguro Social, fallecieron. La Policía de Investigación estuvo en la zona del tiroteo para localizar material de videovigilancia y declarantes con el fin de esclarecer los hechos, y obtener datos que les permitiera identificar, localizar y detener a los culpables de este acto de violencia.
El día anterior a los sucesos, la universidad fue igualmente el escenario de un enfrentamiento armado en las horas de la noche, donde una funcionaria del colegio resultó herida de bala cuando se retiraba del campus de Acatlán, cerca de la capital. En los dos procesos, la UNAM ha penado por los acontecimientos, es doloroso que la imagen de tan magnate institución quede dañada por hechos ajenos a la misma. Para el caso de este viernes exhortó que los incidentes han sido cosa del personal ajeno al centro, que nada tuvo que ver con los quehaceres formativos escolares, culturales o deportivos que se llevan a cabo diariamente en el campus. En lo que concierne al incidente del jueves se ha requerido a las autoridades que fortalezcan el cuidado en las zonas próximas al centro de estudios, con el objetivo de proteger tanto al personal de trabajo como a los estudiantes.
La UNAM constituye una de las universidades más prestigiosas de América Latina y bastan tan solo dos días para que una secuencia de acontecimientos ponga en duda la seguridad dentro de su campus principal. Una vez más se cuestionan las razones por las cuáles la institución es víctima de la presencia y actividad frecuente de grupos bandidos, un tema que desde hace años causa polémica. Como ocurre siempre la universidad está al margen de todo lo acontecido, pero la gravedad de los casos radica cuando personal de la institución resulta una víctima de riñas entre bandas, como el caso del pasado jueves.
Aunque son poco inusual, los hechos violentos no son raros de la UNAM. A finales de enero, estudiantes de la facultad de Ingeniería avisaron en redes que habían escuchado balazos en las cercanías de la residencia. Lo mismo aconteció en mayo del pasado año, el cuerpo de la joven Lesvy Berlín, de 22 años, fue hallado sin vida junto a la propia facultad, su cuerpo fue encontrado con un cable de teléfono público en su cuello inmovilizado. Este acto de violencia causó gran rabia en la sociedad universitaria, para empezar, por la muerte de la adolescente y luego por los investigadores que ultimaron que había sido suicidio. Posteriormente la fiscalía condenó al novio de Lesvy de homicidio.
LA UNAM expresó su indignación ante tan brutal e inexplicable acto, que además de atentar contra la vida universitaria perturba el ambiente escolar y poner en riesgo peligro la seguridad de cada estudiante o personal del centro. La Institución pidió una investigación exhaustiva que conduzca al esclarecimiento de los actos ocurridos y a su vez un castigo acorde de los implicados responsables.
Las víctimas del hecho del viernes eran jóvenes que no poseían ningún vínculo con la UNAM, así confirmó la fiscalía. Además de hacer énfasis en cómo los elementos de Seguridad Interna de Ciudad Universitaria y la fuerza policial del centro alertaron de lo ocurrido a las autoridades, garantizando la rapidez en la neutralización de dicho suceso. La universidad puede reforzar aún más sus mecanismos de seguridad, pero esto no disminuiría los acontecimientos, es un factor social externo que afecta la realidad mexicana. La minimización deviene de la capacidad de los ciudadanos de respetar la tranquilidad en las urbes y más aún en zonas universitarias acostumbradas al tránsito continuo de jóvenes y profesores.
