Peña Nieto y Trump, entre el orgullo y las imposiciones
Una vez más el presidente de México, Enrique Peña Nieto, cancela su viaje a Estados Unidos para tener un encuentro con el primer mandatario norteamericano, Donald Trump. Fuentes gubernamentales anónimas aseguraron que luego de una extensa conversación telefónica ninguno de los dos jefes de Estado se puso de acuerdo en el tema del polémico Muro fronterizo.
Todo parece indicar, tras revelarse algunos detalles de esa conversación telefónica al diario The Washington Post, que Peña Nieto le exige a Trump que diga públicamente la postura de México de no pagar el Muro de la discordia, tema muy controvertible desde la misma campaña electoral del magnate neoyorquino. Obviamente Donald Trump no quiere afirmar tal realidad, sería como dar su brazo a torcer, y ya sabemos que eso no va con el jefe de la Casa Blanca.
El presidente mexicano no ha sido el cordero obediente que muchos esperaban tras la imposición de Trump con respecto al Muro. Le ha dado mucho trabajo al primer mandatario estadounidense, tanto que aun no se cumple la tan esperada visita de Peña Nieto a Washington. El líder de los republicanos parece estar desesperado al ver que no se hace su voluntad.
La visita del presidente de México fue cancelada por la Casa Blanca, alegando, esta última, que ambos dignatarios coinciden en que este no es el momento adecuado. Y es que el momento no llega y aun Peña Nieto no se aparece por Estados Unidos desde que Trump asumió el cargo hace más de un año. ¿Será que llegará el tan esperado encuentro? Al menos se dijo a la opinión pública que mientras eso pase ambos países seguirán en pláticas y trabajando juntos en ese y otros temas. ¡Cosas de la política!
Esta no es la primera vez que Peña Nieto cancela su reunión planificada con Trump. Ya sucedió en enero del 2017, también por las diferencias sobre el muro fronterizo y por otro tema polémico: la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TCLAN). Y aunque los dos presidentes se reunieron en el contexto de la cumbre de líderes del G-20 en julio del pasado año en Alemania, nada se habló de los temas en cuestión.
Por el momento no hay reunión a la vista, los problemas migratorios seguirán, y con ellos los políticos y económicos, tanto para México como para Estados Unidos, y ambos gobiernos no acaban de tomar una decisión al respecto. Se empeñan más en sus orgullos e exigencias que en buscar otras variantes para el asunto. Por tanto, seguros estamos de que continuará dando de qué hablar el Muro fronterizo, y por qué no el TCLAN.
