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domingo, 9 de septiembre de 2018

Un incendio sin fuego se propaga desde California

Por ElizabethF.

No es una nube común, alertó la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés). Ni siquiera luce como tal, pues solo puede ser detectada por los equipos especializados. Se trata de monóxido de carbono liberado por los recientes incendios forestales en California, es extremadamente dañino para el medio ambiente y se desplaza hacia el este.

Las imágenes tomadas por el instrumento AIRS del satélite Aqua de la NASA dieron la alarma, al mostrar en naranja y rojo las concentraciones de monóxido de carbono que fueron liberadas por los incendios ocurridos entre el 29 de julio y el 8 de agosto.

Aunque está alto en la atmósfera, el monóxido de carbono que ahora va a la deriva al este, con una rama que se mueve hacia el Texas y la otra bifurcación al noreste, puede existir en esas condiciones por lo menos durante un mes. Este es un asunto que indica la magnitud del desastre que ocasionan los incendios forestales, pues la vida media del monóxido de carbono en la atmósfera va de diez días en verano sobre las regiones continentales.

Si bien el monóxido de carbono puede causarle al ser humano la muerte cuando se respira en niveles elevados, el principal peligro del que se trata en este caso es ambiental, pues al intervenir el monóxido de carbono en el ciclo del metano (CH4), el segundo gas de efecto invernadero en importancia, el incremento en su concentración trae por consecuencia que se incremente la concentración de CH4 y por tanto es un añadido al calentamiento del planeta.

Por ahora, las fotografías de la NASA permiten detallar hasta qué punto el monóxido de carbono derivado de esos siniestros ha viajado hacia el este y también dónde puede llegar a afectar más, pero no existen medidas posibles para contrarrestar su impacto.

Esta vigilancia será posible gracias a AIRS, un equipamiento que, en conjunto con la Unidad Avanzada de Sonda de Microondas, AMSU, es capaz de detectar la radiación emitida infrarroja y de microondas desde la Tierra para proporcionar una visión tridimensional de esta, donde quedan registrados la temperatura, humedad atmosférica, alturas de las nubes y concentraciones de gases de efecto invernadero, entre otros fenómenos atmosféricos. Ello es muy útil en este caso, pues se trata de un gas inodoro, incoloro, inflamable y altamente tóxico.