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viernes, 16 de febrero de 2018

El alto funcionario argentino que tenía un millón en Andorra

Por Nilyam

El gobierno de Mauricio Macri está envuelto en un otro gran escándalo. Tal parece que protagonizar escándalos es uno de los “deportes” preferidos por el mandatario argentino, quien desde que asumió la presidencia a finales de 2015, no ha hecho más que enfrentar hechos que han impactado de manera negativa en su imagen y la de su Ejecutivo en la nación austral, lo cual se traduce en niveles más bajos de aceptación entre la ciudadanía.

Aunque el hecho en sí mismo no se vincula directamente con la figura del presidente, sí representa un detonante en la estructura gubernamental del país. Resulta que el subsecretario general de Presidencia de Argentina, Valentín Díaz Gilligan, escondió alrededor de un millón de dólares en Andorra, país en donde hasta el pasado año todavía regía el secreto bancario. El dinero estaba resguardado en una cuenta en la Banca Privada d’Andorra (BPA) a nombre de una sociedad, según da cuenta una investigación realizada por el diario español EL PAÍS.

Díaz Gilligan, alto cargo del Ejecutivo, figuró ante la institución bancaria como representante de la empresa y accionista. La cuenta se creó en el año 2012, cuando este hombre se desempeñaba como asesor del Ayuntamiento de Buenos Aires. Y estuvo activa hasta finales de 2014, cuando el político ejercía como director general de Promoción Turística del Consistorio bonaerense desde hacía un año. Según han publicado diversos medios de comunicación, la cuenta estuvo a nombre de la firma británica de intermediación de jugadores de fútbol Line Action. El cien por cien de esta compañía era de la mercantil Nashville North Inc, de Panamá.

Enseguida que se hicieron públicos tales hechos rápidamente Gilligan sostuvo que ese dinero no le pertenecía y que fue accionista y director de Line Action simplemente por hacerle el favor a un amigo. El perfil político del actual subsecretario de Macri, quien también aprovechó para indicar que no guardaba relación alguna con estos fondos, fue advertido por la BPA en diciembre de 2014, y por eso la institución bancaria pidió a su departamento de prevención de blanqueo información extra sobre el cliente argentino. La cuenta de Line Action tenía a finales de 2014 un saldo de 1,2 millones de dólares y se nutría de transferencias de Uruguay de “clubs de fútbol”, según ha señalado el banco. El escándalo cada vez crece más como bola de nieve.