Ciudad de México ha de ser más hospitalaria
Hace poco hablábamos de la situación migratoria en México. Decíamos que los emigrantes en los últimos tiempos preferían quedarse en el país Azteca antes que virar hacia sus regiones de origen, luego de que se recrudeciera la política migratoria estadounidense. Resulta que ahora el Consejo de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México está pidiendo que se fortalezca la hospitalidad e integración con una perspectiva de derechos humanos y de género para los migrantes.
La solicitud del ente nacional tiene que ver con la Consulta Regional sobre protección de refugiados y apátridas, celebrada en la ciudad de Brasilia, el 19 y 20 de este mes, organizada conjuntamente por el gobierno de Brasil y la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). En estos tiempos de emigración masiva, cuando las personas deciden reiniciar sus vidas en otra ciudad, en este caso México, en busca de mejorías económicas, políticas o sociales, se le ha pedido a la Comisión de Interculturalidad y Movilidad Humana del Distrito Federal, recomenzar su trabajo para analizar las implicaciones de la actual política migratoria de Estados Unidos y establecer mecanismos de atención integral.
Se le sugiere a ese ente, además, que actualice las Reglas de Operación de los Programas Sociales para que todas las personas tengan acceso a ellos sin importar su situación migratoria, dándole validez de identificación oficial local a la tarjeta de visitante huésped de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades.
Las personas deportadas o que están quedándose en la capital del país enfrentan trabas para acceder a programas sociales con otro tipo de identificaciones como matrículas consulares, visas por razones humanitarias, constancias de origen, entre otros, por tal motivo México ha considerado repensar toda las medidas y mecanismo para que no se agudice una crisis que ya está comenzando; porque el mismo hecho de que se queden en territorio nacional, miles y miles de personas de otros lugares implica que se dificulte la vida misma.
Evitando una desestabilización México pretende generar una cultura de hospitalidad a través de la sensibilización y capacitación de personas servidoras públicas que atienden a personas migrantes en instituciones del gobierno local, ya que los flujos migratorios son diversos y el desconocimiento de la situación de cada población obstaculiza el acceso a sus derechos.
Es este un gran reto, independientemente de la voluntad del gobierno mexicano y las organizaciones nacionales e internacionales por hacer que todo funcione bien.
