La batalla comercial que está por venir
La actual Administración estadounidense sigue comportándose de manera arbitraria e ilógica, especialmente en el sector comercial, de donde provienen las últimas noticias. Ahora la potencia mundial, que lidera el magnate presidente Donald Trump, no ha cumplido determinadas reglas comerciales, lo cual perjudicará especialmente a la economía de China. El gigante asiático, por supuesto, defenderá sus intereses a toda costa.
El mundo del comercio, a nivel internacional, entró en gran incertidumbre desde que Trump anunciara planes para aplicar aranceles a importaciones de productos chinos por hasta 60 mil millones de dólares. Durante una llamada telefónica que sostuvieron el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, y Liu He, viceprimer ministro y hombre de confianza del presidente chino Xi Jinping, el funcionario del gigante asiático advirtió a las claras al representante estadounidense que “China defenderá sus intereses”. Este ha sido hasta el momento el contacto de más alto nivel entre los dos gobiernos históricamente antagónicos, desde los tiempos de la Guerra Fría.
Y en efecto, el país asiático ha respondido y con fuerza. Pekín, la capital china, informó de aranceles a productos estadounidenses por 3 mil millones de dólares, sobre todo los impuestos de 25 por ciento a la carne de cerdo y de 15 por ciento a los tubos de acero, frutas y vino importados de Estados Unidos. De manera general, el gobierno de Xi Jinping confeccionó una lista de 128 productos estadounidenses que se verán afectados por las medidas. Sin embargo, como una estrategia cautelosa, China no determinó una fecha para su entrada en vigor, como si estuviera esperando algún tipo de cambio en la respuesta que pudiera ofrecerte la Casa Blanca, algún tipo de arrepentimiento.
Lo que sí constituye una realidad es que el agravamiento de las diferencias entre ambas economías ha provocado turbulencias en los mercados financieros y en el mundo empresarial. Los inversores temen terribles consecuencias para la economía global, si las barreras comerciales comienzan a incrementarse. Presidentes ejecutivos de empresas estadounidenses, como Larry Fink, del fondo de inversiones BlackRock, y Tim Cook, de Apple, pidieron moderación a ambas partes. Y es que el conflicto ha centrado la atención sobre los productores de equipos electrónicos, como Apple, que ensamblan gran parte de sus productos en la nación asiática para exportar a otras naciones. Esperemos que esta historia tenga un final felices para todos.
