La tríada que domina México
La violencia y la corrupción son tan comunes en México como el maíz o los mariachis. Ahora, para empeorar la situación, un nuevo estudio ha demostrado que el rápido crecimiento en empresas privadas de seguridad ha contribuido al aumento de los casos de corrupción, los abusos contra los derechos humanos y el uso excesivo de la fuerza, en un país que sufre niveles récord de violencia.
La anarquía, alimentada constantemente por el crimen organizado y la corrupción, ha estimulado la demanda de servicios de seguridad privada, un mercado que es ya de miles de millones de dólares, según refirió un informe de Diálogo Interamericano, un grupo de expertos con sede en Washington.
Según descubrió, unas 8 000 compañías de seguridad privada, o hasta el 80 por ciento del total, trabajan fuera de la regulación gubernamental. México registró su tasa de asesinatos más alta desde que los registros modernos comenzaron en 2017, y las compañías también enfrentan crecientes niveles de robo, robo, robo de carga y extorsión.
El informe del Diálogo Interamericano dijo que con la expansión de las empresas privadas de seguridad "la falta de supervisión y aplicación ha llevado a casos en los que la corrupción, los abusos contra los derechos humanos y el uso excesivo de la fuerza no han sido controlados".
La burocracia significa que registrar una compañía de seguridad puede ser difícil y costoso, pero hay poca aplicación gubernamental de las reglas, lo que facilita el surgimiento de pequeñas empresas que ofrecen servicios de protección, según el informe.
La proliferación de personal de seguridad armado que opera sin supervisión crea riesgos, según el informe. El Consejo de Seguridad Nacional estimó que en 2016 la industria formal por sí sola, que no incluye a las empresas de seguridad no reguladas, valía 1,5 mil millones de dólares, esto es un aumento del 180 por ciento con respecto a 2012.
El Ministerio de Defensa, que expide licencias de armas de fuego a empresas privadas de seguridad, y el Ministerio del Interior, que registra empresas privadas de seguridad, no parecen estar haciendo bien su trabajo.
Diálogo Interamericano advirtió que dado que la violencia, y con ella la industria de seguridad privada, podría crecer aún más, el gobierno necesitaba castigar a aquellos en la industria que cometen abusos o actos violentos que empeoran el ambiente de seguridad. Así, no se ve la luz al final del túnel que es la espiral de violencia en México.