Pemex, preocupación electoral
Con las elecciones en México a las puertas, aumentan las preocupaciones sobre cuál será el futuro del país. El cambio político que supondrá la llegada a la presidencia de un nuevo rostro, podría conllevar también a transformaciones económicas y sociales. Sobre todo, teniendo en cuenta que quien marcha a la cabeza de las encuestas es el candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador, poderosos sectores económico temen sobre posibles reformas, aunque la realidad es que AMLO ha hecho declaraciones que podrían llevarnos a pensar que es un candidato más moderado de lo que parece.
Recientemente, el Presidente Enrique Peña Nieto, advirtió sobre el peligro de que como parte de esos futuros cambios se cancele la reforma energética. Según él, si eso sucede, los mexicanos tendrían que pagar la deuda que contrate Pemex para su operación; se perderían más de 800.000 empleos y 200 mil millones de dólares de inversiones ya comprometidas, o sea, los mexicanos pagarían la deuda que contrate Pemex y se reduciría el margen de maniobra de la empresa.
"Por eso, quienes, de manera fácil, convocan a dar marcha atrás a esa reforma energética, sería condenar a que nuestro país regrese a un modelo obsoleto, que ya no funciona en ninguna otra parte del mundo", sostuvo. Igualmente, advirtió que el gobierno defiende la reforma de manera "denodada, apasionada y entregada". Al inaugurar el Centro de Tecnologías para Aguas Profundas del Instituto Mexicano del Petróleo, el mandatario hizo una intensa defensa de la reforma energética, y acusó que mienten quienes supongan que extraer petróleo es solo “hacer un pozo como extraer agua”.
El favorito para ocupar el asiento presidencial después de los comicios del 1 de julio próximo, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que iniciaría un proceso para modificar las leyes de la reforma. En su mensaje, Peña Nieto enfatizó que cancelar la reforma implicaría pedir a los mexicanos que pagaran los préstamos que el Gobierno adquiriese para financiar la exploración petrolera con posibilidad de éxito o no. Igualmente, insistió en que cancelar la reforma energética es un riesgo para las inversiones y que se podrían perder más de 800 mil empleos que se prevé genere la puesta en operación de la reforma energética.
Recordemos que México aprobó entre el 2013 y el 2014 una profunda reforma del sector energético que abrió el sector petrolero, que estaba reservado al Estado hasta ese momento, a la inversión privada local y extranjera y acabó con el monopolio de la empresa estatal Pemex.