EE UU y México quieren TLC “lo antes posible”
Desde hace prácticamente un cuarto de siglo, Estados Unidos, México y Canadá están unidos en el mayor acuerdo comercial del mundo. Ahora, han pisado el acelerador sin contemplaciones pues quieren cuanto antes llegar a un nuevo consenso.
El presidente de la nación azteca, Enrique peña Nieto se reunió con el vicepresidente de Estados Unidos, Michale Pence, y además con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau. El escenario escogido fue Lima, Perú, donde dejaron saber que sostuvieron encuentros bilaterales “sumamente productivos”, aseguró al menos la delegación estadounidense.
Al parecer, el diálogo giró en torno a los avances en las negociaciones del conocido Tratado de libre Comercio de América del norte (TLC) y a la posición conjunta de apresurar lo posible los diálogos para poder llegar a un acuerdo lo más pronto posible.
Son justamente a los equipos negociadores de EE UU y México, los que tienen a Cronos sobre sus cabezas, y a los que les urge mayormente en lograr un consenso, para en consecuencia poder adelantarse tanto a las elecciones de mitad de mandato como a las presidenciales. La meta es, sostuvieron, lograr disponer de un principio de acuerdo antes de que llegue la primera semana del mes de mayo.
“Estas negociaciones significan para nosotros un ganar-ganar-ganar, queremos un acuerdo benéfico para nuestras tres naciones”, dijo por su parte Peña Nieto a la prensa, luego de haberse reunido con Pence, en una reunión que constituye la de mayor nivel entre ambos países de cuantos se han celebrado hasta la fecha.
La actualización, y los diálogos para llevarla a vía de hecho, del TLC, indican que han llegado a su fase definitiva. Ello si las cosas siguen como están, ante un Washington que da muestras de estar en disposición de ceder en lo que se ha considerado como uno de los puntos clave para que el acuerdo finalmente cristalice. Se trata de hecho, de las reglas de origen en la industria automotriz, que es la que mayor volumen de intercambios genera entre México y EE UU.
Sin embargo, ausente quedó del debate de los mandatarios de ambos países, un elemento que es el que más tensión genera en esa relación bilateral, que ha ido cuesta abajo desde que iniciara su presidencia el magnate Donald Trump y que no es otro que la construcción del polémico muro en la frontera de México y Estados Unidos.
El clima incluso de caldeó más la semana pasada, cuando el presidente norteamericano dio órdenes de desplegar la Guardia Nacional en el límite que separa ambos países, hecho ante el cual Peña Nieto lanzó un mensaje de defensa de los valores nacionales ante la agresión de su más cercano vecino del norte.
En ese sentido, dejó claro que "a México solamente le interesa una relación con EE UU que tenga entre sus premisas el total respeto a la soberanía y a la dignidad de los ciudadanos mexicanos; así como la cooperación constructiva entre ambos países para lograr acuerdos, y además superar diferencias, enfrentar retos comunes; y adoptar las medidas que estén acordes a una buena vecindad".
En tanto, Pence, su homólogo por la parte norteamericana en Lima, se limitó a dar cuenta en su perfil de la red social Twitter de la "trascendente conversación" con peña Nieto, sus puntos en común sobre Venezuela, y lo provechoso además del encuentro con el primer ministro de Canadá
Mientras que se concreten o no las conversaciones va a depender exclusivamente de la disposición de las tres partes a ceder terreno. "Todo estará en relación a la variable política: podemos decir que si hay acuerdo entre ministros, habrá sin duda un nuevo TLC", dijo un alto representante de la industria mexicana, inmerso en las negociaciones.
Pero es una saga que no acabará con lo pactado. Habrá que ver si la ecuación del ganar, toca luego en la práctica a partes iguales.
