La iglesia, otro mediador para frenar el crimen
Los asesinatos a candidatos mexicanos continúan, la violencia en ese sentido se ha agudizado cada vez más. Ante esa situación, muchos han sido los sectores que han intervenido, y ahora la iglesia también lo hace. Salvador Rangel Mendoza, obispo de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, en Guerrero, decidió reunirse con un integrante del crimen organizado para que detuviera esos crímenes.
Cuando se espera que la cúpula religiosa se opusiera a esa determinación de Rangel Mendoza, los eclesiásticos abrieron las puertas para que otros sacerdotes admitieran que si alguien del crimen se acerca a buscar a los religiosos se le debe atender, además de asumir en caso de que sea necesaria buscar una forma de comunicación para aportar a la construcción de la paz.
Ese hecho fue aplaudido y apoyado por la generalidad religiosa, teniendo en cuenta que, históricamente, se han hecho públicas reuniones de ese tipo, incluso desde hace más de un siglo. El clero religioso no solo interviene en estos asuntos para apoyar a los mexicanos de manera general, sino que también el sector religioso ha sufrido la violencia del narco. Desde el 2012 hasta la fecha, la Conferencia del Episcopado Mexicano tiene el registro de 21 sacerdotes asesinados.
En tanto otros sectores también reclaman por la detención de los crímenes organizados contra candidatos mexicanos. La coalición Por México al Frente condenó el asesinato de Juan Carlos Andrade Magaña, alcalde con licencia de Jilotlán de los Dolores y candidato a la Presidencia Municipal. Al respecto se solicitó un informe del avance de las investigaciones relacionadas con este y otros homicidios y casos de desaparecidos en la entidad.
Varios han sido los candidatos asesinados durante un corto periodo de tiempo. La violencia y el crimen organizado no se detienen en México en cuanto a campaña electoral se refiere, y eso sin contar los restantes asesinatos más allá de la contienda comicial.
No ha dado mucho resultado eso de reclamar, de exigir públicamente y hacer renunciar a dirigentes de sus cargos. Ahora la iglesia interviene como en otras ocasiones, ¿dará resultado? ¿Cuántos más morirán por denunciar el narco? ¿Seguirán aumentando las cifras?
Definitivamente el gobierno no ha puesto mano dura al respecto, y mientras eso no ocurra, al mismo tiempo que la eliminación de la mafia, el tráfico de drogas, la corrupción, entre otros males sociales, los mexicanos serán víctimas de asesinatos despiadados.