Un hueso de Homo sapiens que podría cambiar la teoría de las migraciones
Un hueso de un dedo de tres centímetros de largo y 85 000 años, ha cambiado la vida de un grupo de científicos de la Universidad de Oxford, quienes, tras descubrirlo en un desierto de Arabia Saudita, han comenzado a replantearse todo lo que daban por cierto acerca de las migraciones de los primeros humanos modernos. Y es que lo que este hallazgo podría probar es que el Homo sapiens rebasó las fronteras del continente africano mucho antes de lo que se pensaba. El grupo de arqueólogos logró identificarlo entre unos 800 huesos de animales y 400 artefactos que recolectaron.
El líder de la investigación reconoció que el hallazgo y posterior identificación tuvo un alto por ciento de suerte, pues por lo general al recolectar una pieza humana es bastante difícil reconocerla, pero este hueso específicamente es muy distintivo. Hasta el momento se creía que los primeros humanos abandonaron África hace unos 60 000 años, pero al aparecer este fósil, todo sugiere que desde 25 000 años antes ya habitaban en el desierto de la Arabia Saudita. Sin embargo, este no es el primer indicio de que la teoría establecida podría estar mal. Ya antes en este mismo lugar, habían aparecido herramientas que podrían asociarse con los Homo sapiens, pero, a criterio de los expertos, era necesario encontrar huesos humanos, para ir un paso más allá.
Además de la falange, no se encontraron otros rastros humanos. Esto parece ser perfectamente normal, debido a que humanos y animales, desapareceremos prácticamente sin dejar rastro.
A través de un escaneo computarizado, el equipo de científicos estableció un modelo 3D del hueso, para poder compararlo con otros humanos y neandertales que vivieron en el mismo periodo. Así pudieron establecer con certeza que era más similar al Homo sapiens, pues los de los neandertales son más cortos y anchos.
Por su parte, el desierto de Al Wusta, en Arabia Saudita, no era tal en aquel entonces. El registro fósil de la zona hace referencia a una rica vida animal y vegetal, donde las lluvias monzónicas propiciaron la aparición de grandes lagos. Un lugar nada despreciable para sentar residencia por unos cuantos miles de años. Esto unido a la presencia ya de herramientas, hace suponer que esta temprana migración tuvo como fin la búsqueda de un cambio de clima y no que haya sido producto de la evolución tecnológica.
La información genética estudiada hasta la fecha sugiere que todos los no africanos vivos descienden de aquellos Homo sapiens que emigraron del África continental hace 60 000 años. Los científicos de la Universidad de Oxford, a partir de su falange revolucionadora, deberán reconciliar toda esta información de ADN con la evidencia creciente de que nuestros ancestros sacaron sus pies desde mucho antes del continente negro.