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domingo, 6 de mayo de 2018

Trump quiere mano dura para los dreamers

Por Ainoa

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump certificó que ya no habría tratado alguno para este agrupado, los designados dreamers (soñadores, en español), frente a lo defendido hasta el momento, y solicitó a los legisladores republicanos una normativa severa contra la inmigración, advirtiendo también a México con destruir el tratado comercial que renegocian y comparten con Canadá (Nafta, en sus iniciales en inglés).

"Los empleados de frontera no pueden ejercer su trabajo correctamente a razón de las leyes liberales (demócratas) inadmisibles como la de catch & release [atrapa y suelta]. Se torna más temible. Están apareciendo 'caravanas'. Los republicanos deben emplear la elección nuclear para certificar leyes duras hoy en día. YA NO [hay] TRATO RESPECTO A DACA", redactó el mandatario en su cuenta de Twitter.

DACA son las iniciales del programa que en su momento certificó la Administración de Barack Obama por el cual se otorgaba la residencia temporal a esos migrantes que se han sustentado y educado como cualquier norteamericano, pero son indocumentados. Actualmente hay unas 700.000 personas inscritas bajo dicho plan, sin embargo el colectivo de irregulares en dicha realidad es aún mucho mayor.

La perspectiva de Trump sobre ellos ha flameado. Al poco tiempo de tocar a la Casa Blanca, alegó que su propósito era ayudarlos, pero en septiembre del pasado año concluyó no renovar el DACA y tratarlos como a cualquier otro inmigrante sin papeles, es decir, indocumentados, preparados de deportación bajo de su Gobierno, haya cometido o no infracciones.

El Congreso tenía varios meses para hallar un plan alternativo. Posteriormente, con los tratos presupuestarios, los dreamers fueron la moneda de cambio perfecta para conseguir que los legisladores certifiquen fondos para el controversial muro que pretende levantar en la frontera con México. En fin, exigió 25.000 millones para ese propósito a cambio de no deportarlos, dándole paso a la ciudadanía para unos 1,8 millones jóvenes migrantes en el periodo de 10 o 12 años si efectuaban una serie de obligaciones (formación y empleo) y habían tenido una “buena conducta”.

La sentencia de California en enero pasado invalidó el chantaje, al menos por el momento, ya que concluyó impedir la eliminación del programa de manera cautelar mientras se resolvía el fin del asunto. Los dreamers, momentáneamente, permanecen en Estados Unidos, pero los legisladores no han logrado a ningún pacto sobre ellos en los dos últimos convenios presupuestarios, ni tampoco han depositado dinero para el muro con, México que el presidente Trump tanto anhela, lo que ha incomodado mucho al mandatario.

Hace unas semanas, a punto de ingresar a la misa de Pascua en Florida, donde pasó pasando su fin de semana, ratificó: "Mucha gente están ingresando al país porque beneficiándose de DACA y de verdad vamos a tener qué verlo. Gozaron de una gran oportunidad. Los demócratas la mortificaron", expresó.