Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

martes, 29 de mayo de 2018

Y sigue la unión legal de homosexuales

Por Janet Rios

Hijo de padre alcohólico, formado en la UNAM y en Harvard, el pastor evangélico Hugo Eric Flores (Ciudad de México, 1969) confiesa que la religión salvó a su familia siendo un niño. Años después fundó un partido que se alió primero con Felipe Calderón -todavía como Iglesia Pentecostal- y luego al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) de Andrés Manuel López Obrador, que lidera las encuestas. Al frente del Partido Encuentro Social (PES) prepara su asalto al poder en las elecciones del 1 de julio, donde espera lograr en un tiempo récord el doble de votos que en los últimos comicios; más de dos millones de votos, 50 diputados, cinco senadores, un gobernador y 100 alcaldías, para convertirse en el cuarto partido político más grande del país.

Con este capital quiere impulsar una agenda con una importante carga social y medidas en defensa de la familia. Además no es el programa sino en las retrógradas iniciativas impulsadas en el congreso en los últimos años, lo que desconcierta a la izquierda. Encuentro Social nace como una asociación civil haciendo trabajo asistencial hasta que nos dimos cuenta que dábamos una aspirina para curar un cáncer sin transformar nada. En la actualidad han surgido varias plataformas de cristianos, con líderes formados en las Iglesias, que decidimos salir a la calle y hacer efectiva la parábola del buen samaritano.

"Se dicen que son de derechas porque tenemos posturas en defensa de la familia, pero creemos que la derecha es buena para crear riqueza pero mala para distribuirla. Ellos no creen en una izquierda que defiende a los pobres pero viven en el lujo. Creemos en un gobierno con principios, lealtad y patriotismo. Uno es lo que tu familia te permitió ser. No le debo nada al Gobierno de México, pero sí a mi familia.

No son homófobos. No podemos serlo. Yo vengo de minoría religiosa y en mi generación todavía había persecución religiosa. Había chicos a quienes los padres prohibían jugar con los aleluya y perdí un trabajo porque era evangélico. Así que no podemos ni vamos a discriminar a ninguna minoría sexual.

Si, lo han hecho. Poseen una cabeza pensante con una gran sabiduría, que es Andrés Manuel López Obrador, que propone que llevemos estos temas a consulta y yo estoy de acuerdo. Yo fui constituyente de la Constitución de la Ciudad de México y no estuve a favor de derechos progresistas (hace comillas en el aire con los dedos) incluidos, pero los acepté. Soy un demócrata y si en algún momento esos derechos privados se aprueban seré respetuoso y pedimos lo mismo, que se nos respete.

Respetan el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo, pero no sobre la vida de otros. Para ello hay anticonceptivos y proponemos que se implementen políticas púbicas en esa dirección. En la Ciudad de México, donde se aprobó el aborto, se convirtió en un negocio. Nuestra respuesta es que hagamos una política pública real para que en cada casa haya una píldora anticonceptiva o preservativos para que nuestras jóvenes no se sigan embarazando. ¿Dónde están ahí los principios religiosos?

Está bien que una pareja gay tenga derechos y pueda heredar, no tenemos problema con eso. Nuestro problema tiene que ver con la procreación. Le voy a dar un dato: tres años después de la legalización del matrimonio homosexual en Ciudad de México hubo 3,200 matrimonios y de ellos 2,000 no eran entre personas de esta ciudad. De los 1,200 restantes tres años después ya se han divorciado 800. El matrimonio igualitario se ha convertido en una moda. Si alguien en su vida quiere ejercer su sexualidad de la manera que quiera está muy bien, es un derecho, pero trasladarlo a la esfera pública atenta contra la vida. Esa es una lucha muy respetable como nosotros tenemos la nuestra. La palabra clave es respeto."

Su prioridad tiene que ver con cambiar el régimen político de México y esta coalición tiene el propósito de derrotar a los partidos de siempre.

No se ve ni siquiera en los sindicatos o las centrales obreras. Los evangélicos en México forman una iglesia horizontal. En lo que sí fuimos precursores fue en lograr que los evangélicos dejaran de votar por el PRI. Estamos orgullosos de levantar una conciencia entre los cristianos para que distinguieran derechos o dádivas del PRI. En las iglesias evangélicas buscamos un semillero de líderes que impulsen la transformación del país.

Hay gente que piensa que Obrador es un hombre cerrado, pero no, es un hombre de ideas fijas pero de gran apertura y cuando concretamos nuestra alianza planteó un país con diversidad religiosa y política donde cabemos todos.

Había un reconocimiento hacia nosotros porque nos respeta y sabe lo difícil que es tener un partido, mantener el registro, sacar votos. Así como Morena reemplaza al PRD, nosotros venimos a sustituir al PAN. Buscando el símil en España: Morena sería Podemos y el PES Ciudadanos.

Es una combinación de ambas cosas. Es normal que halla una unión espiritual porque comparten ideales parecidos: gente honesta, y mirar por la gente más pobre y eso solo se hace con políticos que no vengan a enriquecerse. No hablamos de lucha de clases sino encuentro de clases.