La inulina es patentizada para minimizar la cirrosis hepática
Un grupo de analistas pertenecientes a la Universidad de Guadalajara (UdG) autorizaron un proceso para que el uso periódico de la inulina (azúcar o carbohidrato, el cual se saca del agave), este consiste en la ayuda y a su vez la disminución de ciertas de las dificultades que exponen los pacientes con cirrosis hepática.
Mary Fafutis Morris, investigadora del Laboratorio de Inmunología del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) vinculada a esa misma universidad, manifestó que en su indagación que en el año 2010 comenzó a además hallaron una sustancia que puede reducir la encefalopatía hepática, más específicamente hablando, el acrecimiento de amonio en el torrente sanguíneo que desarrolla las dificultades para las personas que son víctimas de esta enfermedad de cirrosis. Una de los efectos de la incorrecta actividad del hígado es que las personas muestren niveles muy altos de amonio, un gas originado de forma natural en el organismo, pero que el hígado ya no puede rechazar, lo que provoca desorden y a su vez una postración en los enfermos, una consecuencia conocida como encefalopatía hepática.
En un aviso, puntualizaron que la inulina es un azúcar o carbohidrato que se obtiene del agave procedente de la cuidada de Jalisco y trabaja como fibra, y al mismo tiempo de poseer propiedades diferentes beneficiosas para el organismo. A partir de hace varios años es utilizado formando parte de anexos nutritivos en México. En el análisis llevado a cabo de forma unida por Vidal Delgado Rizo y Fafutis Morris, científico del Laboratorio de Inmunología del CUCS, encabezando dos colectivos de pacientes. Uno de estos empleó a la inulina licuada en agua tres veces por día y por otra parte otros ingirieron lactulosa, el cual es un tipo de jarabe comercial que es usualmente es usado para reducir los niveles de amonio.
Después de un sinnúmero de pruebas de sangre en arterias el primer colectivo manifestó una gran reducción de los niveles de amonio de lo que estaban ingiriendo esta lactulosa, este último colectivo mostró flatulencias y torcedura abdominal a siendo diferentes de los que tomaron la inulina. Es cabalmente soluble en agua, estrictamente es un agua dulcificada que se puede ingerir y no tiene resultados secundarios, eso fue una de las temas muy sustanciales en el análisis, que no se percibieron resultados secundarios. Todo lo contrario, se percibió que, con relación a la lactulosa, era sumamente más beneficiosa, porque no producía ni hinchazón intestinal, ni flatulencias, ni dolencia abdominal y lograban evacuar mucho más comodante los pacientes”, afirmó la letrada. Sostuvo que al ser un fruto natural, la toma de la inulina admite al mismo tiempo fortificar la microbiota intestinal de los pacientes, por lo que a su vez logra mejorar los lactobacilos, que son bacterias ventajosas que se hallan en el sistema urinario y digestivo.
Igualmente demostraron que la sustancia endurece el sistema inmunológico de los pacientes, y mayormente ayuda a progresar su calidad de vida. Con los reflejos de los estudios que se les practicaron a los pacientes, los investigadores reconocieron que el sabor de la inulina diluida es mucho mejor que el de la lactulosa, que conjuntamente es más costosa, ya que cada pomo tiene un valor de más de 600 pesos. Los investigadores lograron que en el mes de marzo de este año la patente para el procedimiento para optimizar las dificultades de la cirrosis hepática, con el cual lograrán llevar a cabo la transferencia tecnológica a corto plazo.