Las ciudades apagadas del mundo
En el mundo no son pocas las iniciativas que se llevan a nivel global en beneficio del medio ambiente y de que lograr que las personas tomen mayor conciencia en cuanto a los efectos del cambio climático. Esta vez lugares icónicos de diferentes países se unieron el sábado a la Hora del Planeta, un evento que invita a estar sesenta minutos en oscuridad, para recordarles a todos que el cambio climático existe y que hay que salvaguardar la naturaleza
La Hora del Planeta es organizada por el Fondo Mundial para la Naturaleza y tuvo su origen en Australia en el año 2007. Desde aquel momento, millones de personas en 187 países apagan sus luces a las 20 horas locales. Los organizadores califican el evento como "el mayor movimiento que viene de la base" a favor de la lucha contra el cambio climático. Dermot O'Gorman, uno de los responsables en Australia, comenta que su objetivo es “despertar conciencia en la protección del medioambiente y la fauna salvaje”.
De esta forma, lugares tan reconocidos a nivel mundial, como la Ópera de Sídney, el Kremlin, la Torre Eiffel, las torres Petronas, la Acrópolis de Atenas, la basílica de San Pedro y las pirámides de Egipto, se unieron a la iniciativa. En la Ciudad de México, sitios representativos como el Ángel de la Independencia, el Paseo de la Reforma y el Zócalo quedaron en la más completa oscuridad durante una hora. En Cali, una ciudad colombiana, los activistas incorporaron otros actos a la hora oscura, como el encendido de velas para formar el signo "60+".
En el presente año, la Hora del Planeta buscó resaltar los efectos del cambio climático sobre la biodiversidad y las especies animales o vegetales. O'Gorman dijo que “más de la mitad de las especies animales o vegetales están amenazadas de extinción”. Aunque solo sean 60 minutos al año, la Hora del Planeta pasa de ser solo un gesto simbólico a impulsar compromisos ambientales alrededor del mundo, siendo el mayor movimiento de este tipo de la historia. Ojala que esta iniciativa derive en otras similares a nivel mundial, que tengan el mismo objetivo. El mundo estará feliz por esto, y más que sucede durante un momento crucial en la lucha contra el cambio climático, donde la mayor potencia mundial le da completamente la espalda a esta batalla.