La Corte Suprema de Estados Unidos da un paso contra la deportación
En una historia con un giro inesperado, un juez designado por el propio presidente norteamericano falló a favor de un inmigrante filipino para impedir que este fuera deportado. Otros jueces se unieron a su postura para declarar a favor del migrante y pedir que las leyes de deportación sean más claras y justas
La Corte Suprema estadounidense se puso del lado de los migrantes este martes cuando tomó la decisión de vetar una disposición para la deportación del filipino James Garcia Dimaya.
La "justificación" de los magistrados que tomaron la decisión en el caso fue que la disposición era "constitucionalmente vaga", lo que dio un giro muy inesperado y poco visto en este tipo de historias en Estados Unidos.
La Ley de Migración y Nacionalidad estadounidense establece que todos los migrantes con algún récord delictivo deben ser deportados, y las acusaciones contra Garcia Dimaya se apoyaban en esa disposición. El emigrante había incurrido en un robo residencial en el estado de California y había sido condenado entre los años 2007 y 2009, sin embargo, en una estrecha votación de cuatro votos en contra y cinco a favor, los defensores ganaron el caso, sin dudas extraordinario.
La jueza liberal Elena Kagan fue la encargada de registrar la decisión y apuntó: ¿Califica el hurto de un vehículo como un delito violento? Algunas cortes dicen sí, otras dicen no."
Dimaya llegó a Estados Unidos a sus trece años de edad, en 1992. Y el recurso que sus abogados utilizaron en su defensa fue declarar que la disposición de la Ley no dejaba suficientemente claro qué tipo de delitos atender para deportar a un inmigrante a su nación de origen.
En otro de los giros más asombrosos del caso, varios medios apuntan que fue precisamente un juez designado por el presidente norteamericano, el magistrado Neil Gorsuch, quien tuvo un rol fundamental en esta decisión. El resultado del caso se considera de cierto modo histórico, o al menos muy trascendental, al dejar claro que es necesario un marco mucho más estrecho para regresar a un inmigrante a su país de origen que los motivos que se usan actualmente.
Ante este "golpe moral" a los anhelos deportacionistas del presidente norteamericano, su reacción no se hizo esperar y twiteó que es necesario "cerrar los vacíos que impiden la deportación de criminales extranjeros peligrosos".