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viernes, 27 de abril de 2018

La oposición quiere un acuerdo para el Brexit

Por Ninon Campdesuner

La principal fuerza opositora de Gran Bretaña, el Partido Laborista, no quiere que el Brexit se aplique sin llegar a un acuerdo con la Unión Europea. Para ello pretende presentar una enmienda al proyecto de ley sobre la salida de Reino Unido del bloque comunitario. Era demasiado bueno para ser verdad, en cuanto a tranquilidad política dentro del mismo gobierno británico.

El secretario de esa formación para el Brexit, Keir Starmer, aseguró que su organización intentará ganar el apoyo de otras agrupaciones para impedir que, en caso de que el parlamento británico rechace un convenio final con Bruselas, el gobierno conservador decida abandonar el bloque sin pacto alguno. Un tanto predispuesto está este grupo opositor al gobierno, y se trata de que conocen de la firmeza de la primera ministra Theresa May de abandonar la Unión Europea, por encima de cualquier adversidad.

Por si fracasa la búsqueda de un acuerdo por parte de la primera ministra, el Partido Laborista ya se está encargando de asegurar que corresponda a los diputados decidir qué camino tomar en Gran Bretaña, y no al Ejecutivo. En este sentido, los opositores optan por volver a la mesa de negociaciones con la Unión Europea en caso de que ocurra un intento de salida sin acuerdo alguno.

En los últimos meses la situación parecía estar un tanto tranquila con respecto a las diferencias sobre el Brexit dentro del mismo gobierno de Gran Bretaña. En diciembre del 2017, diputados conservadores y de la oposición aprobaron una enmienda para garantizar que el convenio final sobre el Brexit sea votado en el Parlamento. Trescientos nueve legisladores respaldaron la modificación de los estatutos que regirán la separación de la alianza comunitaria, con lo cual impiden a la dirección del país implementar lo pactado con la UE, sin antes ser ratificado por ellos.

La propuesta fue presentada por un grupo de tories liderados por el exfiscal general Dominic Grieve, quienes exigieron el respeto de su opinión sobre los términos de la salida del bloque. A pesar de que la jefa de Gobierno intentó evitar la votación y prometió que el tratado definitivo sería analizado en la Cámara de los Comunes y la de los Lores mucho antes de la salida de la UE, en marzo de 2019, finalmente este fue un golpe a la determinación de May de querer cumplir con la voluntad del pueblo, quien aprobó el Brexit por referendo, pues la administración tory podría impedir cualquier decisión de la primera ministra.