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lunes, 30 de abril de 2018

Un planeta perdido y los diamantes que dejó caer en Sudán

Por Darío E.

Un equipo de la Escuela Politécnica Federal de la ciudad de Lausana, en Suiza han publicado un artículo en la revista científica Nature Communications tras pasar varios años estudiando los restos de un asteroide que en 2008 penetró la atmósfera de la Tierra y explotó 37 kilómetros sobre el desierto de Nubia, en el norte de Sudán. Los investigadores concluyeron que la roca espacial formó parte de un planeta en los albores del Sistema Solar. Pero el detalle que probablemente más curiosidad en interés despierte al común de los mortales es el hecho de que la roca tría además un material bastante valorado en este planeta: ¡diamantes!

Se supone que el protoplaneta al que perteneció el pedazo mineral que ahorra tenemos con nosotros, existió hace miles de millones de años, y que producto a una gran colisión se fraccionó. Su tamaño original puede haber sido similar al de Mercurio o Marte, pues los expertos sostienen que para que se pudiera producir diamantes del tipo de los encontrados el planeta debió ser bastante grande.

¿Qué se sabe entonces de esta roca espacial tras una década de estudio? El asteroide 2008 TC3 tenía unos cuatro metros de diámetro y se recolectaron un total de 50 piezas de entre uno y diez centímetros. Pero 2008 TC3 no es un nombre muy pregnante, así que al meteorito se le conoce popularmente como Alamata Sitta, una expresión árabe que significa Estación Seis, pues fue descubierto cerca de una estación de trenes llamada así.

Para el estudio de los fragmentos fueron empleados tres microscopios y se lograron caracterizar los minerales y la cobertura química de la roca. Lo encontrado en este análisis corroboró la teoría inicial de que se trataba de un gran planeta, ya que el material dentro e los diamantes solo puede formarse a una presión de 20 gigapascales, una condición posible solo en los grandes cuerpos planetarios.

Pero qué hace tan importante el descubrimiento. No los diamantes, seguro.

Para los astrónomos esta podía ser la primera prueba convincente que sustente la teoría de que el actual Sistema Solar se formó a partir de los restos de una generación anterior de grandes protoplanetas que ya han desaparecido. El 2008 TC3, por ejemplo, puede haberse formado en los 10 primeros millones de años de nuestro sistema.

Por otro lado, al analizar el material de los meteoritos de esta colisión, este fue clasificado en la categoría de rocas ureilitas, que constituyen solo el 1 por ciento de todos los objetos que chocan con la tierra. Se cree que todos los asteroides compuestos por este tipo de material provienen del mismo protoplaneta del principio de los tiempos.

Así que los diamantes espaciales de Sudán podrían ser, además de una valiosa pieza de joyería, el material más antiguo llegado jamás a la Tierra.