La seguridad en la personalidad infantil
La autoestima es el amor y aprecio que tenemos por nosotros mismos. En cada etapa de la vida, cada éxito o fracaso y todas las cosas que hacemos van formando y cambiando la imagen que tenemos sobre nosotros mismos. Cuando un niño está en su etapa de desarrollo, se está formando su autoestima, y la autoestima en los niños es especialmente vulnerable, ya que tiene pocas experiencias con las que formarse una idea sobre si mismo.
Si el niño forma una baja autoestima, le perjudicaría en la formación de su personalidad. Las inseguridades propias de la edad o los temores a fracasar ante lo desconocido, hacen que la autoestima pueda sufrir especialmente durante esta edad. Para aliviar esos episodios y lograr que el niño se convierta en una persona más feliz, existen algunos consejos que los padres pueden llevar a cabo, que te resumimos en este artículo.
Un niño con una alta confianza en sí mismo (alta autoestima) tendrá mayores posibilidades de superar las dificultades que se le presentan. Y otro aspecto importante: debes saber diferenciar entre autoestima y soberbia. Hay una gran diferencia entre fomentar la autoestima y la soberbia. Tú fomentarás la soberbia en tu hijo si le inculcas la idea de que debe de ser perfecto. No cometas el error de presionar a tu pequeño, ya que puede ser muy nocivo y perjudicial para la autoestima de tu hijo.Como padres, debemos contribuir a que el niño tenga un buen desarrollo de la autoestima y mucha confianza en si mismo y en sus posibilidades.
Los niños necesitan sentir que pueden cumplir con los objetivos que se proponen. Para ello, debes dar a los niños muchas posibilidades de que puedan tener éxito. Si tu hijo es especialmente bueno en algo, ofrécele tantas oportunidades como sea posible para que él o ella puedan sobresalir. Cuantas más oportunidades tenga tu hijo de mostrar sus habilidades, más posibilidades tendrá de triunfar.
Si a tu hijo le gustan las matemáticas, intégralo o anímale a que se apunte a algún grupo de la escuela de matemáticas. Lo más certero es que disfrutará de hacer lo que le gusta y al mismo tiempo podrá incrementar la confianza que tiene en sí mismo y aprenderá nuevos conocimientos. Si no le gustan los deportes, no le obligues a practicar alguno de ellos o a entrenar alguna disciplina ya que podría sentirse frustrado y su autoestima bajaría considerablemente si no puede lograr los objetivos o cumplir con tus expectativas.
Tu tarea como padre debe ser estimularle a aprender pero sobre todo sin olvidar sus gustos y las habilidades propias del niño. Al darte cuenta y conozcas realmente qué es lo que tu hijo realmente desea hacer, ese camino será más fácil y podrás guiarle cómodamente para que realice las actividades que prefiere.
Limita las experiencias difíciles de tus hijos
Un padre no puede tener el control de todo lo que ocurre alrededor de su hijo. Por otro lado puedes aconsejar y guiar a tu pequeño en aquellas situaciones que sería mejor evitar. Si tu hijo está expuesto a experiencias difíciles o que no son acordes a su edad, o que se le dan especialmente mal, se sentirá frustrado ya que no podrá alcanzar sus objetivos.
Tu deber como padre será tratar que tu hijo se encuentre con experiencias que puedan adaptarse a su talento y a sus habilidades. Mejor que tu, nadie conoce al pequeño y puede reconocer con facilidad cuales son sus habilidades y, dentro de lo posible, disminuir aquellas tareas o aquellas actividades y experiencias en las que la niña o el niño no deba participar, y evitar que tu hijo tenga que convivir con ellas.
Educa a tu hijo para que sea sociable
Un niño será más feliz y seguro de si mismo si puede compartir sus habilidades y cualidades con otros niños de su misma edad. Intenta que tu hijo se integre con el resto de sus compañeros, pero no lo fuerces a permanecer en un grupo en el que se siente incómodo. Seguramente habrá algún motivo por el cual no le gusta estar con ellos. Intenta averiguar esos motivos y ayudarle a que sea un niño más sociable.
Si tu hijo tiende a aislarse o que le cuesta integrarse, procura llevarlo a lugares en los que pueda socializar: un parque en el que haya muchos niños, un parque de atracciones, u organizar una fiesta infantil en tu casa puede ser el punto de partida para que el niño empiece a relacionarse y a estrechar lazos con otros niños.