Los jubilados siguen siendo importantes
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) emitió hace unas semanas en Panamá el nombrado “Laboratorio de Ahorro para el Retiro”, una idea cuyo fin es buscar salidas tecnológicas que promuevan el ahorro para la jubilación en Latinoamérica. El organismo internacional declara que solo una décima parte de los trabajadores de bajos ingresos ahorra para su jubilación.
“El plan de pensiones de este siglo ha tenido una buena actuación en Europa, Canadá y Estados Unidos, pero no aquí. La problemática del territorio es que jamás hemos tenido estándares de cobertura tan altos como los otros países. Todo el tiempo hemos tenido mucho trabajo informal”, señaló a Efe Mariano Bosch, el economista principal en la División de Mercados Laborales del BID. Afirmó además que menos de la mitad de los 130 millones de trabajadores que hay hoy en día en Latinoamérica tienen paso a sistemas contributivos de pensiones y que gran parte de ellos no ahorra de forma voluntaria, lo que entorpece su facultad de tener una vida meritoria en la vejez.
El propósito del laboratorio es hallar aparatos tecnológicos que conecten a esas personas con los métodos de pensiones y que nos abran paso a “circular por un modelo de cotizaciones de este siglo”, dijo el economista en el transcurso de un seminario en Panamá proyectado por el BID y la Asociación Internacional de Organismos de Supervisión de Fondos de Pensiones (AIOS). El laboratorio tiene en mente aplicar en una primera etapa una quincena de ideas en Chile, Perú, Colombia y México, pero el BID tiene la expectativa de esparcir a otros países próximamente.
“El desafío habitual de todos los países del territorio, libremente del tipo de método de pensiones que tengan, es la demografía. Latinoamérica es una nación joven actualmente, pero el proceso de envejecimiento va a ser muy efímero”, advirtió Bosch. En Latinoamérica, una de cada cinco personas alcanzará una edad de más de 65 años para el año 2050, según las evaluaciones del organismo internacional.
Países, como Brasil y Argentina, con métodos de pensiones de reparto, enfrentan grandes desafíos fiscales puesto que a medida que pasa el tiempo hay más pensionistas que trabajadores, mientras que en países, como México o Chile, con métodos de contribución definida, cada vez es necesario más dinero dado a que la esperanza de vida se encuentra en ascenso, expuso el economista.
“La tecnología nos abre paso a hacer nuestro ahorro de forma previa en cualquier espacio y no precisamente en la centro donde se trabaja. En México, por ejemplo, en estos momentos es posible entrar a un supermercado y comprar un refresco, y que una parte sea destinada a la pensión”, afirmó. “Gradualmente vamos a ir viajando hacia esos métodos donde cada sujeto se hace poco a poco más responsable de su propia pensión”, finalizó tras ofrecer una conferencia en el seminario, nombrado “Economía del comportamiento y educación previsional”.