Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

viernes, 1 de junio de 2018

Nuevas tarifas para los autos mexicanos

Por Janet Rios

Donald Trump piensa que tal vez sí, que algunos autos fabricados en México suponen un grave peligro para la nación que dirige, por lo que ordenó al Departamento de Comercio que investigue si el riesgo es lo suficientemente grande como para imponer tarifas o cuotas a la importación de automóviles y repuestos extranjeros. Su dibulgación hizo que bajasen los precios de las acciones de las casas automotrices japonesas y europeas en los mercados mundiales el jueves. Y agravó las tensiones entre Estados Unidos y aliados como Alemania y Japón. La mayoría de analistas y economistas ridiculizaron la idea de que la seguridad nacional pueda peligrar por la llegada de vehículos importados a Estados Unidos, si amigos todo un lío.

 

“Es una ridiculez”, afirmó Philip Levy, del Consejo de Asuntos Mundiales de Chicago y ex asesor comercial de la Casa Blanca. “Hasta donde yo sé no vamos a la guerra con los Escort de Ford”. Trump está apelando a una ley muy poco usada por la cual el presidente puede restringir las importaciones y fijar tarifas si el Departamento de Comercio piensa que un producto compromete la seguridad nacional. Es la misma ley que invocó para fijar tarifas a las importaciones de acero y aluminio recientemente. Hasta ahora había sido invocada solo dos veces, en 1999, con el petróleo, y en el 2001, con el acero y el mineral de hierro.

En teoría, esto representa un peligro para la seguridad Nacional, la dependencia de las importaciones puede debilitar a un país en tiempos de guerra y las tarifas tienen por fin dar impulso a ciertas industrias consideradas importantes para una nación. Con respecto al tema de los automóviles, el gobierno de Trump parece estar usando una definición de seguridad nacional bastante ambigua. El secretario de Comercio Wilbur Ross dijo que la economía en general incidía en la seguridad nacional, con su “impacto en el empleo, en una cantidad de cosas que uno normalmente no asocia directamente con la seguridad militar”.

Pero la misma industria automotriz nacional, que se beneficiaría con las tarifas, pone en duda ese razonamiento.Con antelación a su anuncio, Trump dijo el miércoles en un tuit que Estados Unidos saldrá “muy beneficiado” en las negociaciones sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y que “nuestros trabajadores de la industria automotriz van a estar muy felices”.

Sin embargo, hay quienes dicen que las tarifas pueden perjudicar la industria y eliminar empleos al generar un aumento de precios y una reducción en las ventas.Es algo que llevaría muchos años a las empresas construir fábricas para trasladar sus operaciones a Estados Unidos, algo costoso que las firmas tal vez quieran evitar.

“El consumidor podría posponer la compra de vehículos hasta que se vaya este gobierno o simplemente comprar autos usados”, opinó Jeremy Acevedo, del portal del análisis del mercado automotriz Edmunds.com. “Sea como sea, esto podría perjudicar a fabricantes y consumidores por igual. (Edmunds suministra contenido que distribuye la Associated Press).

“Esto no tiene ningún sustento”, aseguró Gary Hufbauer, analista del Instituto Peterson para la Economía Internacional. EL mundo automotriz se ha recuperado de la recesión del 2007 al 2009 y no depende de la importación de autos de naciones a veces antagonistas como China. Casi el 90% de los 8,3 millones de autos importados por Estados Unidos vienen de países aliados: México, Canadá, Japón, Corea del Sur y Alemania.

“Cuesta detectar una amenaza a la seguridad nacional en los Prius de Japón”, comentó Rod Hungter, de Baker McKenzie y ex funcionario del Consejo de Seguridad Nacional.

La investigación de las importaciones de autos es considerada unan táctica para presionar a México y Canadá en la renegociación del TLCAN. Estas ofertas comenzaron en agosto y están empantanadas, en parte por la insistencia de Estados Unidos en medidas para alentar a que los fabricantes de autos estadounidenses trasladen sus operaciones de México a Estados Unidos.

Canadá y México podrían estar cansándose de las incesantes presiones del gobierno para que hagan concesiones, sobre todo si determinan que el argumento de la seguridad nacional al que apeló Trump es débil y vulnerable en los tribunales.

Trump dice que las tarifas harán que haya más trabajo para los estadounidenses en las fábricas de automóviles. Los economistas, sin embargo, se muestran escépticos. En estos momentos hay un desempleo de apenas un 3,9%, el más bajo en 17 años, y cuesta conseguir trabajadores calificados. Las fábricas de hoy están muy automatizadas y emplean cada vez menos gente.

Además, las tarifas afectarán los repuestos importados y aumentarán los costos. Poder llegar a los mercados mundiales es vital para que la industria de repuestos siga siendo competitiva”, dijo Bill Long, vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Fabricantes de Motores y Equipos.“Subir los impuestos de los estadounidenses que deciden comprar autos o camiones importados es una mala idea”, dijo el senador republicano Pat Toomey.